domingo, 28 de junio de 2009

Ghinzu: espejito, espejito, ¿quien es la banda más bella?


Bélgica es un país que para un venezolano como yo, es bastante desconocido en cuanto a su música. Desde Francia si hay una cantidad de músicos como Saint Germain, Air, Daft Punk, Miss Kittin o Rinocerose; a los que he tenido más acceso. Pero desde Bélgica quizá el trip-hop de "Hooverphonic" ha sido para mí el único referente musical. Sin embargo, desde hace algún tiempo descubrí a "Ghinzu" una banda indie que encabeza un movimiento contemporáneo de pop rock belga del que forman parte otras interesantes agrupaciones como "Sharko" o "Girls in Hawai"

En esta oportunidad les hablaré del noise pop y de la experimentación sónica que nos trae la banda "Ghinzu", con su tercera producción titulada "Mirror Mirror", lanzado oficialmente en Europa en Marzo de 2009.

El álbum comienza con la voz en vocoder de "Cold Love", tema de estructuras melódicas enérgicas, con dos bajos, de ritmo trepidante. Para quienes hemos escuchado previamente "Electronic Jacuzzi" y "Blow", nos damos cuenta al oír este primer tema de "Mirror Mirror" que estamos de nuevo ante "Ghinzu", con el inconfundible pianoforte del líder de la banda John Stargasm, acompañado de un correcto contraste de voces armonizadas, y de reminiscencias sinfónicas, muy buen tema, ha sido el single promocional del disco en Bélgica.

Luego sigue "Take it easy", pieza que como su título sugiere es apacible, relajada, con guitarras muy rítmicas, batería tranquila que por momentos me recuerda algo a "The Strokes"

La tercera canción es "Mother Allegra", tema grandilocuente, de atmósfera dramática, operística, muy sinfónica, cuya lírica refleja una melancolía por lo maternal.

Sigue "Mirror, Mirror" de temática sexual, arrogante y hedónica. Música fiel al estilo noise pop de la banda, canción facetada, alternando hard rock con frases más rítmicas, interesante uso sincronizado de guitarra y de dos bajos, diseño vocal sobrio.

"Dream Maker" tiene un texto que es otro chute ya algo insoportable y manido de vanidad y narcisismo: "soy el brillo en tus ojos, soy el genio que trae a la vida tus sueños secretos"; los chicos no tienen ningún problema de autoestima, aunque si de inmodestia. Incongruente con esta pésima letra es la música, excesivamente dramática, un fallido intento de aproximarse a verdaderos genios como "Queen", o a otras bandas que han sido influenciadas por el combo de Mercury como los británicos "Muse". El tema tiene una estimable subida de intensidad a partir del último tercio.

"The End Of The World", tema con título casi idéntico al que "U2" publicó en 1991 en "Achtung Baby", y con letra arquetípica de la misma naturaleza: "quiero ir contigo hasta el fin del mundo", no se rompieron mucho el cerebro los muchachos con el texto. Interesante contraste de los dos bajos, estrofas con un eficaz trino de piano, y estribillos cantados apasionadamente y con sonidos algo neoyorquinos.

El séptimo tema es "This light", intimista, insisten en sus arreglos dramáticos y emocionales con el piano y la voz al frente. La letra nihilista nos habla sobre esa luz al final del túnel que supuestamente vemos antes de morir, tema bastante interesante.

"This War Is Silent", es una canción que nos habla nuevamente de sexo. Su música me retrotrae al primer álbum de la banda "Electronic Jacuzzi", guitarras en pizzicato, líneas de bajo circulares, fraseo vocal tortuoso, obstinado, fijo y misterioso que va evolucionando sobre variaciones progresivas de la misma cadena de acordes y que estalla en un interesante clímax en el último tercio. Excelente canción.

Sigue "Je T'attendrai", tema en francés con dos repetitivos riffs de bajo y final visceral. Luego un pasaje electrónico de transición, para continuar con "Kill The Surfer", demencial, circular, bastante rockera.

Cierran el disco con "Interstellar Orgy", instrumental, sideral, envolvente, espiral, búsqueda de sonidos propios, exprimir las máquinas hasta sacarle sonidos nuevos (cosa que caracteriza a "Ghinzu", y que también hacen otras bandas como "Crystal Castles" o el venezolano Carlos Giffoni), sicodelia y presencia implícita del fallecido Floyd: Richard Wright.

En conclusión, "Mirror, Mirror" aunque bueno, no me parece el mejor disco de "Ghinzu", esa experimentación operística y melodramática; y las líricas narcisistas desinflan un poco esta producción que pudo haber sido mucho más. ¿Lo mejor del disco? "Cold Love", "This Light" y "This War Is Silent", canciones verdaderamente recomendables.

miércoles, 24 de junio de 2009

Un mundo infeliz: la atractiva desdicha


Mientras me dirigía en autobús a hacer gestiones personales, encuentro en mi asiento uno de esos periódicos gratuitos que circulan diariamente aquí en España, me pongo a leerlo y encuentro lo de siempre: desgracias, infelicidad, desdicha.

En la portada del diario había un fotograma de imágenes grabadas con un teléfono móvil (celular) de Neda, una niña iraní que fue asesinada de un disparo mientras conversaba con su padre como asistentes a una manifestación opositora a los resultados electorales en Teherán. Continúo leyendo y me entero de que 83 inmigrantes subsaharianos han llegado ayer a España en patera (balsa) y han sido detenidos, se trata de gente que realiza una peligrosísima travesía por el Estrecho de Gibraltar, sólo para ser repatriados al llegar aquí; ¿el resto de las noticias? aumento desorbitado del desempleo, el cretino del presidente italiano haciendo fiestas con prostitutas y cocaína; declaraciones de la viuda de Puelles, el policía que ETA mató con una bomba recientemente, en fin, desdicha, desdicha y más desdicha.

No soy periodista, pero conozco ese axioma periodístico anglosajón que reza "Good news are no news" (Las buenas noticias no son noticias), los periódicos venden cuanta más angustia causen, pero ¿quienes los compran o leen? nosotros los ciudadanos, entonces, ¿es que nos atrae la desdicha?

En el ámbito literario, pictórico, musical y cinematográfico vemos como las mejores obras son aquellas que llevan implícitas terribles y devastadoras escenas y situaciones. En cuanto a cine tenemos que desde el neorrealismo italiano, hasta directores contemporáneos tales como Todd Solondz, Michael Haneke, Lars Von Trier, Julian Schnabel o Takeshi Kitano; nos ofrecen un continuo goteo de angustia y violencia postmodernista. Notables escritores actuales como Phillip Roth, John Maxwell Coetzee o David Foster Wallace nos abruman y conmueven con historias sobre suicidios, racismo o lo decadente de la vida contemporánea. El caso de la literatura es históricamente afín a la estética de la infelicidad, pensemos en las tragedias griegas, o shakesperianas.

En cuanto a música, toda aquella que me interesa suele ser bastante triste y melancólica, los lamentos existenciales de Robert Smith con sus The Cure; toda la gama de denuncias sociales y personales de Thom Yorke y sus Radiohead; los fáusticos encuentros o relaciones gore que cuenta Charly García; las líricas siniestras de Billy Corgan o Trent Reznor, o incluso el melodioso desánimo de los blues de John Lee Hooker.

Creo que tiene razón Aldous Huxley cuando nos dice en su distópico, suicida y eugenésico "mundo feliz":

"La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es ni con mucho tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad ni el pintoresquísmo del combate contra la tentación o contra la pasión fatal o duda. LA FELICIDAD NUNCA TIENE GRANDEZA". Aldous Huxley, "Un mundo feliz" 1932.

domingo, 14 de junio de 2009

El baño del Papa: el conmovedor enfrentamiento entre honestidad, esperanza y pobreza





El baño del papa. Directores: Enrique Fernández y César Charlone. Uruguay-Brasil-Francia 2007.

"Ciudad de Dios" es una película de culto en el cine latinoamericano actual, entonces encontrar los nombres de Fernando Meirelles como productor, y de César Charlone, el autor de la maravillosa fotografía de la mencionada película brasileña, crea grandes espectativas sobre esta producción cinematográfica uruguaya titulada "El baño del Papa". El film nos cuenta una historia basada en hechos reales, y que como apunta el mensaje que vemos en pantalla al comienzo "sólo el azar impidió que sucedieran en el orden que se presenta". Se trata de los efectos que tuvo la visita del Papa Juan Pablo II el 08 de Mayo de 1988, a un pequeño pueblito rural uruguayo llamado Melo, fronterizo con Brasil.

El relato tiene una apertura algo expresionista, vemos las sombras de unas bicicletas que transitan por un pedregoso camino de tierra, un ambiente netamente rural, con asnos, vacas y evidente pobreza. Las bicicletas pertenecen a un grupo de contrabandistas de poca monta, que traen en ellas pequeños lotes de mercancía comprada en el lado brasileño, que venden luego en Melo, del lado uruguayo. Para poder pasar las mercancías deben entrar a Uruguay por caminos verdes, nunca por la alcabala oficial policial donde los funcionarios, más por corrupción que por otra cosa, les incautan las mercancías.

Entre este grupo de contrabandistas en bicicleta, nos encontramos a Beto (César Troncoso), principal protagonista de la historia. Conocemos luego a la familia de Beto: su esposa Cármen (Virginia Méndez), ama de casa, una fervorosa católica que piensa que Dios debe ayudar principalmente a los pobres; y a su hija Silvia (Virginia Ruiz), una hermosa niña de aspecto muy latinoamericano, que tiene claro lo que quiere estudiar al acabar el bachillerato, quiere ser presentadora de noticias en la televisión, estudiar periodismo; para lo cual tendría que irse a Montevideo. La evolución de la relación de Silvia con su padre, ocupa un importante espacio en el argumento del film. Destacable también el personaje de Meleyo (Nelson Lence), un policía corrupto que tiene una especie de pacto fáustico con Beto.

La puesta en escena nos permite ver imágenes costumbristas, muy australes, muy suramericanas. Vemos a los personajes tomando su mate uruguayo, haciendo asados de carne, chorizos, empanadas, y esa fascinante música que es una mezcla uruguayo-brasilera.

Al enterarse de la visita del Papa, todo el pueblo de Melo deposita sus esperanzas en el acontecimiento, y con los pronósticos de recibir cantidades multidudinarias de creyentes debido a la llegada del sumo pontifice, comienzan a preparar todo tipo de avíos comestibles, recuerdos conmemorativos, medallitas religiosas; para venderles a los visitantes, y conseguir con las ganancias apartar, aunque sea un poco, esa acuciante miseria en la que viven. Tienen tan grandes esperanzas en el éxito de tales emprendimientos, que muchos de los habitantes del pueblo incluso piden créditos bancarios, poniendo como garantías sus terrenos o casas para así poder comprar mercancias y participar en el prometedor negocio.

Entonces mientras Melo se lanza a preparar chorizos, empanadas y banderitas para vender a los seguidores del Papa; Beto, concibe una brillante idea: construir en su domicilio un cuarto de baño para alquilárselo a los peregrinos. Luchando contra todo tipo de adversidades, Beto intentará llevar a cabo su singular proyecto.

"Melo" nos recuerda un poco a "Villa del Rio" aquel entrañable pueblito español que crearon Berlanga y Bardem en "Bienvenido Mr. Marshall" y cuyos habitantes ponían todas sus esperanzas en la llegada de los norteamericanos y sus dólares. La diferencia estriba en que "Villa del Rio" y sus visitantes americanos, eran una maravillosa creación ficticia de Berlanga, mientras que lo de Melo si que ocurrió en la realidad, por lo que "El baño del Papa" tiene visos de documental, es puro realismo, pero tratado eso si con arte y un toque mágico.

El argumento es desarrollado de manera muy amena, con pinceladas de comedia que se me antojan algo chaplinescas, humor que nace de situaciones de miseria y pobreza. El gag del ensayo del futuro funcionamiento del baño con la esposa y la hija de Beto, lo encontré muy divertido, aprovecha eficazmente lo visual y lo narrativo.

La fotografía de Charlone es impecable, consiguiendo extraer belleza de escenarios e imágenes de pobreza, miseria y marginalidad, vemos vehículos oxidados, chatarra, viviendas que son prácticamente chabolas (o ranchos como diríamos en mi Venezuela), pero Charlone logra retratarlas de manera muy estética. En una secuencia del film, el personaje de Beto tiene una ensoñación con una moto que desea comprar, y me gustó mucho la gama de tonos amarillos que utiliza, los filtros, y el manejo de la luz. También hay abundancia de primeros planos.

Encantadora la música de Luciano Supervielle y Gabriel Casacuberta. El guión, co-escrito entre Fernández y Charlone, nos presenta reflexiones de índole social, político y religioso: ¿es ético hacer comercio con cuestiones religiosas? ¿Cármen tiene razón al afirmar que Dios debe ayudar principalmente a los pobres? ¿se puede ser pobre y al mismo tiempo vencer las tentaciones de quebrantar la honestidad?.

De los filmes más conmovedores, encantadores y amenos que he visto últimamente.

domingo, 7 de junio de 2009

Clarissa Dalloway: aquella mañana de su vida en la que se hallaban concentradas todas las otras mañanas




Hoy les hablaré sobre el primero de los libros que leí en el grupo de lectura. Empezar con Virginia Woolf la verdad es bastante estimulante, siempre quise leer algo de ella, pero por una u otra razón lo iba aplazando, pero ahora, gracias a la biblioteca ya tenia en mis manos un ejemplar de "La Sra. Dalloway" a mi disposición, y su lectura porsupuesto no me decepcionó.

Woolf construye un personaje, Clarissa Dalloway, de una complejidad impresionante, desde su mismo nombre "Clarissa" nombre monjil, que supone retiro, abstinencia, enclaustramiento; se nos dibuja una mujer reprimida, excesivamente circunspecta, con una vida plana, sin altos ni bajos, que sacrifica y ahoga su vida emocional en favor de la social y económica.

La novela describe 24 horas en la vida de la Sra. Dalloway. Durante ese día ella organiza una fiesta a celebrarse esa noche en su casa. Comienza con Clarissa saliendo de su casa temprano por la mañana a comprar flores para adornar su casa. Ese camino a la floristeria, se convierte en un paseo en el que Clarissa reflexiona sobre toda su vida, vemos pasajes londinenses, pasamos por el palacio de Buckingham, vemos un avión haciendo letras de humo sobre el palacio, vemos pasar un coche de lujo, que los monárquicos y esnobs transeúntes se arremolinan a ver pensando que puede que su ocupante sean la reina o el primer ministro. Finalmente llega a la floristeria y la descripción que hace Woolf sobre las flores y la elección que de ellas hace Clarissa, la verdad me parece poesía pura, casi se pueden ver las lilas y los claveles.

Luego se nos presenta a Peter Walsh, el verdadero y fallido amor de Clarissa, con quien nunca llegó a casarse. Peter es un personaje muy inglés, incapaz de exteriorizar sus emociones, de manifestar su amor, partidiario de mantener la compostura a toda costa, aunque involucre perder a Clarissa, la mujer de su vida. Peter aunque socialista, representa paradójicamente al imperialismo inglés, al haber gobernado en su nombre colonias hindúes.

Conoceremos también a otro de los personajes que más interesantes me parecieron: Septimus Warren Smith, un veterano de guerra, que sufre de afeccion mental maníaco-depresiva como consecuencia de su participación bélica. Poeta y alegre durante su juventud, casado con Lucrezia, una guapa y encantadora italiana, la guerra hace de Septimus una persona sombría, convencido (al igual que yo, aunque no haya ido a ninguna guerra) de la maldad intrínseca de la raza humana. Septimus tiene alucinaciones con pájaros que cantan en griego y al igual que Clarissa, mantiene un férreo hermetismo para salvaguardar su privacidad. Woolf a través de Septimus, critíca fuertemente al sistema sanitario y de salud, que son incapaces de evitar su progresivo deterioro mental, lo cual lo lleva finalmente a suicidarse lanzándose por una ventana. Incapaz de seguir haciendo frente a la ignominia de nuestra especie. Tremendo este personaje, que como ya es sabido contiene una fuerte carga biográfica de la autora, quien también era maniaco-depresiva y también cometió suicidio.

La novela toca además otros temas tales como los ridículos hábitos de la burguesia, la inminente bisexualidad de Clarissa, a través del personaje de Miss Killman, por quien la Sra. Dalloway se siente abiertamente atraida; y el feminismo. A continuación un fragmento de la novela:

"Porque esto era algo que ella podía percibir oscuramente. Le dolía, sentía escrúpulos cuyo origen sólo Dios conocía, o, quizás, eso creía, enviados por la Naturaleza (siempre sabia); sin embargo, a veces no podía resistir el encanto de una mujer, no de una muchacha, de una mujer confesando, cual a menudo le confesaban, un mal paso, una locura. Y, tanto si se debía a piedad, o a la belleza de estas mujeres, o a que era mayor que ellas, o a una causa accidental, como un débil aroma o un violín en la casa contigua (tan extraño es el poder de los sonidos en ciertos momentos), Clarissa sentía sin lugar a dudas lo que los hombres sienten. Sólo por un instante; pero bastaba. Era una súbita revelación, un placer cual el del rubor que una intenta contener y que después, al extenderse, hace que una ceda a su expansión, y el rubor llega hasta el último confín, y allí queda temblando, y el mundo se acerca, pletórico de pasmoso significado, con la presión del éxtasis, rompiendo su fina piel y brotando, manando, con extraordinario alivio, sobre las grietas y las llagas. Entonces, durante este momento, Clarissa había visto una iluminación, una cerilla ardiendo en una planta de azafrán, un significado interior casi expresado. Pero la cercanía desaparecía; lo que estaba duro se ablandaba." Virginia Woolf. La Señora Dalloway. 1925.

Es magistral como la autora describe lo que es un orgasmo, vemos que hay algo de vida en Clarissa, una persona aparentemente muerta en vida, flemática, que no se entrega, que no vive, pragmática, que prefiere lo generalmente aceptado y que es impasible incluso de si misma.

Excelente lectura, la recomiendo totalmente.