viernes, 29 de mayo de 2009

El desierto de los tártaros: no todos hemos nacido para ser héroes


Recientemente, y gracias a mi grupo de lectura, he descubierto un libro ya antiguo, pero que me ha cautivado, se trata de la obra de Dino Buzzati llamada "El desierto de los tártaros". Una novela sobre los sueños frustrados, sobre el paso inevitable del tiempo, de como el reloj nos muele la vida sin tregua, sigue su curso de manera inexorable, establece ciclos, círculos de tiempo.

Cuando somos adolescentes y vemos el resto de nuestra vida como un período inmenso en el que todo nos parece conquistable, derrochamos tiempo, nos parece un recurso inagotable, pero es una cruel ilusión, quizás lo que pasa es que la huida del tiempo es tan imperceptible que nos engaña, es como aquello de la rana hervida.

Igual que le sucedía al Teniente Giovanni Drogo en su Fortaleza Bastiani, la mayoria de nosotros tenemos miedo al cambio, esperamos inútilmente batallas que nunca llegan, y aunque esa espera nos causa un profundo desasosiego, preferimos la estabilidad y comodidad de lo conocido en detrimento de explorar nuevas posibilidades que podrían facilitar cumplir nuestros sueños, así nos vemos atrapados en empleos que no nos gustan, en relaciones sentimentales que no nos llenan, y en general, en un cúmulo infinito de insatisfacción. Aún así damos por hecho que tenemos derecho a una cuota de gloria en nuestros caminos, a esos 15 minutos de fama que decía Andy Warhol. Pero en nuestro caótico universo no podemos dar nada por sentado, no todos conoceremos el fragor de la batalla, no todos hemos nacido para ser héroes.

jueves, 28 de mayo de 2009

Fando y Lis: el claustrofóbico viaje hacia el subconsciente de las relaciones


FANDO Y LIS (México, 1967) Director: Alejandro Jodorowsky.

Un canto dividido en 4 partes que relata el viaje de Fando y su compañera inválida Lis hacia la ciudad de TAR. Al ser inválida Lis, Fando se ve obligado a llevarla en un extraño carrito, e incluso en ocasiones a cuestas (alegoría constante en la obra de AJ sobre el amor). Vamos descubriendo entonces un camino lleno de extraños personajes, con innumerable simbología esotérica y elementos surrealistas tales como un piano en llamas, un hombre besando la cabeza mutilada de un cerdo, una partida de poker en la que no se apuesta dinero sino melocotones en almibar, o mendigos que beben sangre.

Jodorowsky nos va sumergiendo en la migración de Fando y Lis hacia mundos oniricos en los que el amor, la locura, la represión, la muerte o la violencia machista (puntos vanguardistas que casi le cuestan la vida al director durante las primeras proyecciones del film); toman formas insospechadas, añadiéndole profundos matices psícológicos como la analogia entre la relación pasiva-agresiva entre Fando y su madre y al mismo tiempo con Lis; complicadas relaciones que podríamos ilustrar con una frase muy llamativa del film en la que la madre de Fando le dice con un dulce y sereno tono: ¡gracias por destruirme!.

Un film que adolece del nivel técnico y narrativo que Jodorowsky conseguiría posteriormente con "El Topo" o "La montaña sagrada". Según mi opinión "Fando y Lis" es una obra más apropiada para el ámbito teatral, ya que el film tiene una puesta en escena áustera, modesta, las locaciones son muy sencillas y con poco impacto visual, el montaje y el doblaje son fallidos, aunque en su favor, opino que Jodorowsky hace un uso interesante del elemento sonoro para crear perturbación en el espectador (sonidos magnificados del viento, de leones o de mosquitos), que los vestuarios son apropiados y que los personajes y la actuación del reparto está conseguida.

Sabiendo que Jodorowsky es un artista polifacético, centrado más en otras actividades que en el cine, y que la película fue rodada en México en 1967, concluyo recomendando "Fando y Lis" para todos aquellos amantes del surrealismo, de la obra de Luis Buñuel, Man Ray, Andre Breton o incluso David Lynch; del mundo a veces incomprensible de los sueños, y de lo latinoamericano.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Revolutionary Road: nuestros autoengaños y falsas espectativas


Recientemente, en mi grupo de lectura, tuvimos la oportunidad de leer el libro "Revolutionary Road" de Richard Yates, en el cual está basada la reciente película del mismo título dirigida por Sam Mendes.

Fue un verdadero placer la lectura de la obra de Yates, encontrar un libro tan visual, tan sensorial. Es admirable que en un texto puedas estimular todos tus sentidos: ese olor a madera de nogal de la habitación de la Sra. Givings (sensaciones olfativas), detalles como reseñar el sonido de la gravilla bajo los neumáticos del coche, esos audífonos desconectados del Sr. Givings, y esas canciones de jazz, como "Hollyday for strings", tan cuidadosamente seleccionadas de algunas escenas (sensaciones auditivas).

La casa de los Wheeler, situada en un típico suburbio estadounidense, en una cuesta de esa via revolucionaria, simboliza una serie de demonios que tienen tanta vigencia hoy en día, como en aquellos años 50 en los que está ambientada la historia: la incapacidad de amar, el esnobismo (April a Frank: "¿moral y convencional no son en realidad la misma cosa?), la infelicidad que nos produce el que nuestros sueños siempre tengan fecha de caducidad y que no consigamos realizarlos, o la profunda falta de entendimiento entre hombres y mujeres (me encanta esa parte de la novela en la que Yates hace una analogia entre la relación entre hombres y mujeres con la relación entre los perros y gatos de los dibujos animados que en ese momento ven los niños Wheeler en la T.V.)

Yates aborda además otros temas como el mundo del trabajo, de las oficinas, lo complicado de armonizar vocación con el competitivo mercado laboral, no es nada fácil encontrar tu verdadera vocación (porque a fin de cuentas: ¿cuales son las verdaderas vocaciones de Frank y April?). Se nos habla también en la obra de lo intrincado de las relaciones familiares, y de las profundas implicaciones psicológicas que esta relación acarrea en nuestras vidas: esa aversión de April a tener hijos, producto quizás del rechazo que sufrió ella de sus padres o el hecho de que a Frank le pareciera mortalmente aburrido y tonto el trabajo de su padre Earl, oficio que paradójicamente acaba el también ejerciendo.

En fin, este camino revolucionario de sueños frustrados y falsas espectativas lo recomiendo a todo aquel que quiera leer una verdadera e interesante obra maestra. El film de Sam Mendes es bastante fiel al libro, me parece tambíen muy recomendable, me gusta especialmente la actuación de la actriz Kate Winslet en el personaje de April Wheeler. La puesta en escena tambien está conseguida, aunque yo, lamentablemente, vi el film antes de leer el libro, por lo que al leerlo tenia en mente toda la ambientación y el reparto de la película de Mendes. Frank y April para mi no podían tener otro rostro que Dicaprio y Winslet.

Cierro este post con la frase que más me impactó de "Revolutionary Road", la dice April:

"para hacer algo absolutamente serio, algo de verdad, al final resulta que tienes que hacerlo tu sólo" .

lunes, 25 de mayo de 2009

Relato "El caballo y el rio"


Este relato es un simple ejercicio que realicé para el taller de guión de cortometrajes. La idea era diseñar una escena totalmente visual, de aproximadamente un minuto de duración, en la que no hubiesen diálogos, y en la que un personaje tuviese que encontrarse con un problema y darle solución.


EL CABALLO Y EL RIO


1 EXT. SENDA – DÍA NUBLADO

En un día nublado, con llovizna, a última hora de la tarde, van un jinete, FACUNDO, 19 años, y su caballo, ZHIVAGO, un ya envejecido alazán, con pelaje de color cobrizo, curtido por algunas canas. Avanzan por una senda rodeada de árboles de gran envergadura, son parajes con muchos sonidos silvestres como cantos de pájaros y ranas. FACUNDO va silbando una triste tonada de arrieros.

2 EXT. RIO – DÍA NUBLADO

La senda es atravesada por un río que no tiene puente para atravesarle, por lo que debe hacerse a pie. Es un río rocoso, sus aguas tienen un aspecto de color ceniciento. Cuando se deja la senda, se accede al curso del río por una pendiente resbalosa, que suele tener algunos hierbajos.

Al entrar a la pendiente, FACUNDO pone una expresión de terror, ya que se da cuenta de que súbitamente el río ha tenido una crecida enorme, y que el caudal y la corriente han aumentado de manera brutal. No pudo ver la enorme crecida del río porque el sol ya estaba prácticamente puesto y se encontraban en penumbras.

Inmerso ya en el interior de la furia del río, FACUNDO duda por un momento, voltea su rostro hacia la orilla del río que acaban de abandonar, no sabe si retroceder o terminar de cruzar el río, teme por su vida, pero decide seguir adelante y mediante una firme y vigorosa manipulación de las riendas, de la fusta y de los estribos arenga a ZHIVAGO a mantenerse con paso firme para poder salir por la otra orilla del río y salvar de esta manera sus vidas.

Pero las rabiosas aguas del río llegan ya a la altura del nivel del pecho del caballo. A mitad de camino ya, el ruido que hace el río es ensordecedor, la visión es dificultosa debido a la agitación de los borbotones de agua y sus golpes espumosos, los gestos y movimientos de FACUNDO denotan ya cansancio, menos vigorosidad, lo empieza a dar todo por perdido, cuando de pronto ZHIVAGO sorpresivamente emite un fuerte relincho y comienza a andar a paso veloz por el río y en menos de lo que FACUNDO tuvo la oportunidad de darse cuenta, se encontraba en la otra orilla del río, a salvo, entonces besa y acaricia con gratitud a su viejo corcel.