lunes, 14 de septiembre de 2009

Kasabian: West Side Pauper Lunatic Asylum (El asilo de los lunáticos pobres del lado oeste)


Tercer trabajo de la banda de Leicester, lanzado oficialmente el 5 Junio 2009 en su versión internacional por SONY BMG. Álbum conceptual, cuyo nombre es tomado de un centro de tratamiento de enfermedades mentales real que existió en Stanley, cerca de Wakefield, West Yorkshire, Inglaterra durante el siglo XIX. Cada canción intenta reflejar las realidades y patologías de uno de los reclusos del manicomio. El disco está nominado a los Premios Mercury 2009 como mejor trabajo de rock del año, aunque Sergio Pizzorno, guitarrista y líder de la banda, le reste importancia a la obtención del galardón. La curiosa carátula (en la ilustración) es obra de un fotógrafo alemán y va en la onda "demencial" del disco.

Al oír las notas cantadas por el vocalista en el tema de apertura del disco, "Underdog" (marginados) percibimos cierta presencia de Noel Gallagher como influencia, a priori se podría pensar que es una melodía compuesta por el líder de "Oasis", sin embargo, al avanzar la canción nos damos cuenta de que es Kasabian, la guitarra de Sergio Pizzorno asi lo delata. Con Underdog conocemos al primer paciente de este sanatorio mental del West Side: nos encontramos con una letra urbana, que habla de peleas con cuchillo en estaciones de tren, bajo un fondo de muros plagados de grafittis. Retrata la vida de alguien que como muchos viene a este mundo a vivir una existencia sin gloria ni fama, dejando claro que es así por libre elección, por no someterse a los patrones de éxito que imponen ciertos grupos de poder. El tema se desarrolla bajo una estructura armónica sólida, fuertes líneas octavadas de bordoneo de guitarra/bajo, armonización de voces en tonos agudos, y esa interesante y muy calculada incorporación de electrónica que carateriza a Kasabian.

El album continúa con "Where Did All The Love Go?", canción con reminiscencia de los setenta, con cierto aire lejano a música disco. Si en la canción de apertura se notaba la influencia de Gallagher, en esta es casi material, y es que el autor de "Wonderwall" es un declarado mentor de Kasabian. También creo que esas tendencias son cuestiones del inconsciente colectivo de Manchester, esa musicalmente fecunda ciudad inglesa cuna tanto de Oasis como de otras luminarias del britpop: Stone Roses, The Verve, Primal Scream, Chemical Brothers, Joy Division, Morrisey y tantos otros que han precedido a Kasabian, banda que de alguna manera ha heredado toda esa solera, y que con mérito han logrado desarrollar su propio aporte, esa sutileza en el uso de la electrónica, esas guitarras y coros de Pizzorno, esas armonizaciones de voces tan características, y esos potentes coros, pegajosos y con tanta garra que se te quedan en la mente. En esta segunda canción del disco son muy destacables tanto las sólidas líneas de bajo como los arreglos de cuerda que suenan de fondo. La fatalista letra nos habla de otro paciente recluido en este particular manicomio y cuya patología lo llevaba a conductas en las que reinaba la violencia, el caos social, un mundo en el que se elige matar los unos a los otros.

El tema anterior finaliza abruptamente para fundirse con "Swarfiga", tercera canción, una transición instrumental muy eficaz hacia "Fast Fuse", tema promocional del disco, vivo, de discurso rápido pero moderado, riffs de guitarra de cadencia surfista, melodía depurada y letra desenfrenada en la que conocemos a otro más de los sociópatas del asilo el cual declara su tendencia al desenfreno, su adicción por el abuso, por el saqueo, su condición de hooligan, le grita a los 4 vientos que uno de sus "fusibles" funciona demasiado rápido, demasiada ansiedad, vértigo, evasión, pide con desesperación que le agredan, que lo detengan.

Continúa con "Take Aim", según mi opinión uno de los mejores temas del disco y de los más representativos tanto del sonido de Kasabian, como del concepto general de este siniestro y tortuoso paseo por tan particular asilo mental. La letra nos habla de impaciencia, de pesadillas, de cómo se oyen desde las celdas el tintineo de las llaves que las abren y que los vigilantes llevan consigo, de mundos en los que los ratones comen gatos y en los que sólo hay una obsesión: salir al mundo exterior, aunque no necesariamente sea con vida. La música del tema es una genialidad, con una hermosa introducción a base de instrumentos de viento que se despeja para dar paso a una guitarra acústica y a la melancólica voz de Tom Meighan para incorporarse luego el resto de la banda creando breves pero emocionantes muros sónicos, con coros casi mántricos, y pinceladas melódicas arabescas.

Luego viene "Thick As Thieves", tema de profunda inspiración beatle, este tema debe casi toda su hermosa atmósfera a la influencia de McCartney, a su legendaria "Michelle" y al eterno e inmenso disco "Rubber Soul", o a otras canciones de los de Liverpool como "And I love her" o "If I Fell". No deja de ser válido que Kasabian tome estos fundamentos creados por Lennon y McCartney y los reciclen. Superpuesta a esa melodía "michelesca" y de matiz yo diria que casi griego, encontramos un nuevo lamento de otro de los enfermos mentales, uno que decía actuar antaño en shows, vestido con sombreros robados, amenazado por sombras y hojas de otoño.

Seguidamente el que es mi tema favorito del disco "West Rider Silver Bullet", tema en el que cantan a dúo Meighan y la famosa actriz hollywoodense Rosario Dawson (Siete almas - Clerks II - Sin City - 25th hour, entre otras). Una canción bastante elaborada, una marcha, casi marcial, con hermosos arreglos de cuerda y coros infantiles. Aunque creo que sobra la voz de Rosario, no canta bien, lo hace en el mismo registro que el vocalista del grupo, quizás la han incluido porque la letra nos habla de un recluso que recuerda tiempos en los que iba en vehículos robados con su chica.

Luego suena "Vlad the Impaler", otra declaración de un sociópata, resentido con la gente feliz, especialmente con las chicas de clase alta, deseoso de cortar gargantas, y de clavarles su estaca, inspirado un poco en el conde Drácula. El tema se pudo descargar gratis en la página web de Kasabian entre el 31 de marzo y el 03 de abril del 2009. Esta canción musicalmente me recuerda a Beastie Boys, con sonidos robóticos y una manera de cantar hip-hopera. Tiene realizado un video-clip: http://www.youtube.com/watch?v=z0QE7y8-B10.

"Ladies and Gentlemen, Roll the Dice", siguiente tema, nos habla del deseo de este demente de ser el protagonista, de disfrutar de sus 15 minutos de fama warholianos, de poder tener en sus manos el poder: "Damas y caballeros, hoy soy yo quien lanza los dados" nos dice , bajo un fondo musical apacible, tranquilo, algo sesentero.

"Secret Alphabets" es una nueva oda al sonido manchesteriano, donde se dejan ver elementos que Pizzorno ha podido extraer de gente como los Stone Roses, agregándole esas melodías arabescas tan características de Kasabian. En su lirica, un nuevo paciente del manicomio nos cuenta sobre un extraño lugar marinero en el que hay fuentes que escalan hacia tus ojos sin hacerte daño. "Fire", es una canción sencilla en la que conocemos a un paciente adicto a la adrenalina, a la noche, a las peleas, al sexo. Nuevo coro pegajoso con melodías muy típicas de la banda.

La versión comercial del álbum acaba con "Happiness", balada en la que dominan los sonidos del piano y la voz de Meighan, incorporándose a mitad de canción un coro gospel. En esta canción, el último de los pacientes que visitamos nos invita a no estar tan tristes por ellos, nos exhorta a ir por nuestros sueños y a buscar nuestra felicidad.

Así termina la versión comercial del disco (existen otras dos versiones que incluyen más temas: la japonesa y la edición especial con un disco adicional). En general, "West Side Pauper Lunatic Asylum" es un trabajo de muy buena calidad, que creo que salva el panorama musical actual del rock del estancamiento en el que se encuentra. Aunque es cierto que Pizzorno y compañía toman elementos ya existentes de la historia del rock en general y los reciclan y actualizan, también es cierto que se esfuerzan por obtener un sonido propio, con una incorporación muy calculada y racionada de la electrónica, estética siniestra y una muy cuidada ingeniería de sonido en sus grabaciones.