domingo, 29 de noviembre de 2009

SEFF 09: Una particular mirada a Europa (2 de 2)


Transmission, Director: Roland Vranik. Hungría. Comentario: uno de los films de opiniones más divididas, su director nos explicó previamente al pase al que yo asistí, que se trata de un guión de no acción. Un ambiente pseudo-distópico en el que se entremezcla la muerte con los efectos sobre la gente de que en pleno siglo XXI no haya lugar para internet, televisión o cualquier tipo de telecomunicaciones. En lo personal, este producción de arquitrama, sin desenlaces, me pareció una de las propuestas mas válidas del festival.

Round Da Way, Directores: Albert Pereira Lázaro, Emmanuel Klotz. Francia Alemania. Comentario: Excelente producción de animación francesa. Muy divertida, se desarrolla en los guettos parisinos de gente de raza afro-francesa en los que el hip-hop es el dueño absoluto de la escena musical. No son dibujos animados para niños, tiene una amplia dosis de sexualidad y aborda asuntos tales como el tráfico de drogas. Está más bien a la altura de otras maravillosas producciones contemporáneas de animación francesa tales como “Les tripletes de Belleville” o “Persepolis”.

Terribly Happy, Director: Henrik Ruben Genz. Dinamarca. Comentario: una de las tantas realizaciones danesas proyectadas. Supongo que Zentropa y otras productoras danesas tendrán buenas relaciones con la organización del Festival, o viceversa. Esta historia siniestra, basada en hechos reales, va sobre un policía que llega a un extraño pueblo en el que una violenta pareja concentra toda su atención. La idea es interesante, pero hasta allí llega lo valedero en una película con innumerables fallos de guión, producción y realización, por cierto, deben depurar para llegarle a los Hermanos Coen.

Accidente, Director: Joseph Losey, Reino Unido. Comentario: Film de 1967, proyectado en la sección de Clásicos. Se trata de una producción ya algo desvencijada que aborda una vez más el tema de la crítica a la alta sociedad a través de un profesor universitario de Oxford que se obsesiona con una estudiante.

Nada personal, Directora: Urzula Antoniak, Holanda, Irlanda. Comentario: Una de las mejores películas que pude ver. Excelente fotografía, bellísimas locaciones irlandesas, muy buenas actuaciones de su novel protagonista Lotte Verbeek y del genial Stephen Rea (“Entrevista con el vampiro”, “The crying game”). El argumento va sobre una chica (Verbeek) que por razones que no nos son desveladas, elije la soledad y el silencio como forma de vida, y que se encuentra con otro solitario (Rea) quien logra con la chica un balance entre comunicación e introspección.

Pepperminta, Directora: Pipilotti Rist, Suiza, Austria. Comentario: Colorida y extraña producción que se me antoja de estética pop/rock, con abundantes secuencias de objetos inanimados que se mueven mediante superposición de fotografías sucesivas. Si tuviera una banda y quisiera hacer un video-clip, elegiría a esta directora. El argumento va sobre una chica a la que le faltan varios tornillos, que quiere liberar a los demás de sus miedos, que guarda el flujo de sus menstruaciones, que va siempre vestida de rojo y que se busca unos amigos que se visten todos en conjunto con un estilo que recuerda al de St. Pepper's Lonely Hearts Club Band.

Low Lights, Director: Ignas Miskinis, Lituana, Alemania. Comentario: Este film probablemente es el primero que puedo ver proveniente de su pais: Lituania. El resultado es aceptable, teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el contaron sus realizadores. En ella vemos dos amigos jóvenes, un arquitecto y un oficinista de seguros, que se enfrascan en un extraño juego, rodar sin rumbo definido por la ciudad en al automóvil de uno de ellos, poniendo solo 2 litros de gasolina para verse deliberadamente en la necesidad de volver a repostar en breve, aprovechando para tomar café. En ese divagar con el coche, van conociendo parajes, personas y situaciones muy particulares, hasta que se encuentran con una atractiva y misteriosa chica morena roba coches, que le da un giro inesperado a la noche. Se trata de un film recomendable.

When Heaven Falls, Director: Manyar Parwani, Dinamarca: Otra de las producciones de Zentropa. Es increíble que este destacado film no haya conseguido distribución en España, lamentablemente quienes no la hayan podido ver en el festival no van a poder disfrutar de esta buena, aunque desoladora película. La historia, basada en hechos reales, va sobre Sara, una chica que fué dada en adopción, y que al enterarse de la muerte de su madre biológica, decide ir al funeral en el pueblo donde se crió, lejos de Copenhague. Una vez en el pueblo, resuelve quedarse más tiempo para re-encontrar a su hermano y a su padre, quienes finalmente no la reconocen, entonces descubre dos preciosas niñas que resultan ser sus hermanas, y descubre también una densa nube que oscurece la vida de las pequeñas y que es bastante conocida para ella. Buen film.

El sueño del mono loco, Director: Fernando Trueba, España. Comentario: La única película de la sección de homenaje a Trueba que pude ver. Va sobre un guionista norteamericano (Jeff Goldblum), que es contratado por un joven director inglés para desarrollar el guión de una nueva película. Creo que Trueba abusa de los primeros planos hasta hacer casi desaparecer la escenografía, tambien es excesivo el uso de los fundidos en negro como elemento de transición entre escenas. Goldblum, como de costumbre destaca por su escaso repertorio interpretativo.

Estas fueron las 18 películas del festival a las que pude asistir, pero quisiera mencionar otras que fueron exhibidas y que aunque no pude verlas, cosecharon muy buenos comentarios:

-44 Inch Chest. Director: Malcolm Venville, Reino Unido.
-Buscando a Eric. Director: Ken Loach, Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica, España.
-El Profeta, Director: Jacques Audiard, Francia.

Finalmente reseño el cuadro ganador de películas del festival:

Premio Giraldillo de Oro: “Lourdes”, Directora: Jessica Hausner, Austria, Alemania, Francia.
Premio Giraldillo de Plata: “Nada personal”, Directora: Urzula Antoniak, Holanda, Irlanda.
Premio especial del jurado: “44 Inch Chest”, Director: Malcolm Venville, Reino Unido.
Premio a la Mejor Dirección: “Transmission”, Director: Roland Vranik. Hungría.

Página web del festival: http://www.festivaldesevilla.com/

Una vez más, gracias a mi querida Reyes, valió la pena tanto contar entradas.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

SEFF 09: Una particular mirada a Europa



Recientemente tuve la grata experiencia de asistir al SEFF'09, es decir, al Seville European Film Festival o en nuestro idioma: Festival de Cine Europeo de Sevilla. Que tuvo lugar a cabo del 06 al 14 de Noviembre del presente año. En esta edición, el festival rindió tributo al cine británico, y al director nacional Fernando Trueba. El cartel del festival, que se puede ver en la ilustración, fué diseñado por el consagrado director español Carlos Saura. De entre las más de 160 producciones que fueron proyectadas, entre películas, cortometrajes y documentales, tuve la oportunidad de asistir a las 18 siguientes, que comento muy brevemente (Popillo aquí tienes los títulos):

-Vincere, Director: Marcho Bellocchio. Francia-Italia. Comentario: Larguísima realización del director italiano sobre la vida de Ida Dalser, amante del dictador Benito Mussolini, y el hijo que ambos tuvieron y que el Duce nunca reconoció. Un anodino film histórico que pretende hacernos creer que el fascismo es cosa del pasado en Italia.

-La cinta blanca, Director: Michael Haneke, Alemania, Austria, Francia, Italia. Comentario: Según mi opinión, esta película fué lo mejor que pude ver en el festival. Digna ganadora de la Palma en la edición de este año del Festival de Cannes. Haneke nos inquieta como siempre, pero esta vez con una ambientación del todo inusual en sus películas, en la Austria de la Primera Guerra Mundial, sólida construcción de personajes, excelente fotografía. Film que recomiendo totalmente.

-Amenaza en la sombra, Director: Nicolas Roeg. Reino Unido, Italia. Comentario: Este film del año 1973, pertenece a la sección de culto, un tributo que se le rendía al director, quien era miembro del jurado del festival. La película es un interesante, aunque ya algo obsoleto, trabajo de suspenso, misterio e intriga, con un entonces jovencisimo actor llamado Donald Sutherland.

-At World's End, Director: Thomas Villum Jensen. Dinamarca, Alemania, Australia. Comentario: Nefasto film de ¿ciencia ficción?.

-Sweet Rush, Director: Andrzej Wajda. Polonia: Film en el que el director polaco hace un homenaje a uno de sus camarógrafos fallecidos. En la trama, una actriz se desdobla entre la vida del personaje que interpreta en la nueva película que está rodando y su propia vida, teniendo como punto común al cáncer, que salta fatalmente entre una y otra existencia. Es una buena idea, pero que según mi opinión, se desarrolla de manera innecesariamente complicada, y además, adoleciendo totalmente de climax o de tensión narrativa.

-Men on the bridge, Director: Asli Ozge, Alemania-Turquía-Holanda: Ni siquiera el haber sido rodada en una de las ciudades mas bellas e interesantes del mundo como lo es Estambul, salva a este fallido film que sospecho que intenta hacer algo de realismo y denuncia social.

-Puffball, Nicolas Roeg, Reino Unido, Irlanda, Canadá: otra proyección de tributo a Roeg, sobre una arquitecta que se muda a un extraño caserío en medio de las montañas y en el que se complica la vida con unas vecinas que son medio brujas. Aunque David Lynch diga que admira a Roeg, aunque Roeg haya dirigido a gente como David Bowie o Liz Taylor, yo no pude soportar este bodrio de película de la que me sali a mitad de proyección.

-In the Loop, Armando Iannucci, Reino Unido: Enrevesada comedia sobre el mundo que rodea a los gabinetes de prensa de la alta política de Inglaterra y Estados Unidos, cuyos malos entendidos llevan a sus países al borde de una guerra. Pretende emular a "Dr. Strangelove", pero carece del ritmo, de la prolijidad en diálogos, y de las estupendas actuaciones del legendario film de Kubrick. No obstante es un film entretenido.

-El cielo protector, Bernardo Bertolucci, Reino Unido-Italia: película rodada en 1989, que fué proyectada en la sección: Otras miradas. Esplendorosa fotografía, imágenes hermosisimas que reflejan toda la belleza y a la vez la dureza del desierto del Sahara, con una precisión casi de documental. Basada en la novela de Paul Bowles, nos cuenta la historia de una pareja de neoyorquinos que se van a Africa a intentar encontrarse a si mismos y a la vez salvar su relación.

En el próximo post comento los otros nueve films restantes.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Luz del alma: DIVIDIDOS, aplanando penas en Málaga


Recientemente tuve la grata noticia de que Divididos, la aplanadora del rock argentino, harian una gira de 4 conciertos por territorio español que incluiria presentaciones en Madrid, Barcelona, Mallorca y Málaga. La mítica agrupación liderada por Ricardo Mollo, capaz de llenar legendarios recintos en su país tales como el estadio del River Plate o el extinto Obras; vendría a España a tocar en salas con capacidad para unas 500 personas como máximo. Para los latinoamericanos que vivimos aqui en España es un verdadero lujo poder disfrutar en vivo de una banda tan grande como DIVIDIDOS en una sala de las dimensiones de una discoteca, ya que en Argentina son permanentes componentes de carteles de festivales de rock nacional tales como el Quilmes o el Cosquín, que llegan a convocar a más de 50 mil personas cada noche.

Pues bien, llegó el día, por proximidad geográfica decidimos verlos en Málaga. Fecha 26/09/2009. Lugar del concierto: Sala Vivero, hora pautada 10 de la noche. Era primera vez que iba a esa sala, no la conocía, está situada en una zona industrial. Al llegar nos encontramos con una gran cantidad de compatriotas de DIVIDIDOS, muchos de ellos vistiendo camisetas de la selección de fútbol argentina, con sus franjas albicelestes, los gauchos hablando, quizá exageradamente, con su tan característico acento, probablemente felices de re-encontrarse con su idiosincrasia, con su inconsciente colectivo, para mi era muy interesante ese viaje hacia Argentina que estaba haciendo, sin salir de suelo español.

Conseguimos ubicarnos en primera fila, pegados a la valla, a escasos 1,5 metros del escenario. Con una hora de retraso más o menos sale a escena la aplanadora. Mollo desborda simpatía, se deja querer por su público que canta "escúchelo, escúchelo, escúchelo, la aplanadora del rock&roll, es DIVIDIDOS la puta que lo parió", me parece simpático ese cántico que los argentinos le tienen a la banda cuando se presentan en directo, es como muy futbolero, el canto a duras penas se aplaca cuando Mollo toma su preciosa Les Paul roja y suenan las primeras notas de "Salir a asustar".

Mientras se nos viene encima esa aplanadora sónica, ese trepidante y vertiginoso torrente de armonías, distorsión y ligaduras de pentatónicas y de escalas de blues, me doy cuenta de estar en presencia de una de las bandas de rock más curtidas que haya podido ver, unos verdaderos maestros. Mollo es un guitarrista impecable, dueño además de una envidiable voz que conserva en buena forma aún con su manera tan extrema de cantar. Para esta gira Mollo vino provisto de 04 "violas" (guitarras): 1 Gibson Les Paul roja, 1 Gibson SG color crema, y 2 Fender Stratocaster. Diego Arnedo es un bajista admirable capaz de hacer de su instrumento una experiencia musical plena y autosuficiente, son memorables sus riffs. Ciatravella, el baterista, es un chico joven que es un prodigio. Ellos tres en conjunto logran hacer algo mucho mas grande que la suma de sus partes.

Suena el segundo tema "Elefantes en Europa", muy bueno, el concierto se prolonga durante más de dos horas y media, con un primer tercio de alta intensidad en el que tocan temas rápidos como "Sucio y desprolijo" "Sábado" o "Rasputín". Sigue un segundo tercio en el que Mollo y Arnedo se sientan en banquetas y disminuyen el ritmo, se relajan y tocan genialidades tales como "Spaguetti del rock" "Par mil" o "Vientito del Tucumán", luego se ponen de pie de nuevo para tocar dos temas, que como dijo Mollo, son de dos guitarristas negros zurdos: tocan "El Arriero" de Yupanqui y "Voodoo Chile" de Hendrix, tanto uno como otro, estuvieron geniales.

El último tercio del concierto fué el de mayor intensidad, tocaron un tema de su nuevo disco inédito, cuyo título no recuerdo, y a partir de allí le dieron un repaso a todos los grandes exitos de la banda, tocaron "Paisano de Hurlingham", "El 38", "Ala Delta" y lo que ellos llaman el "Sumazo" es decir, un popurri de clásicos de Sumo, que fué el clímax de un concierto en el que DIVIDIDOS dieron todo de sí para responder a su público.

Ricardo Mollo al final obsequió con un plectro a cada uno de los que estábamos en primera fila, yo tuve la suerte de recibir uno de sus propias manos, son de la marca "Ernie Ball", de dureza media "M". Es muy agradable lo accesible que es Mollo con su público, lejos de los cánones del divo rockstar. Es un tipo sencillo, amigable, que recibe con cariño regalos del público, desde el escenario habló por el teléfono celular con el amigo de una chica del público.

Como punto a mejorar, quizá serían algunos detalles acerca de la acústica de la sala Vivero y de la ingenieria de sonido, en ocasiones la voz de Mollo se escuchaba muy poco, sobre todo en los 4 o 5 primeros temas, y la guitarra a veces estaba saturada, tapando bajo y batería. Al ser la sala pequeña, el volumen tan brutal con el que sonaba la banda, me dejó con pitidos en los oidos durante dos días. Estos factores no tienen que ver con la banda, pero podrían ser mejorables. Sin embargo, ello no impidió disfrutar plenamente de DIVIDIDOS, no dudaría en volver a ver a la aplanadora del rock argentino, en la Sala Vivero, y cada vez que se les ocurra la afortunada idea de volver por estos lados del mundo. Espero con impaciencia su noveno album de estudio. Espero también que los de Patagon Music, empresa organizadora de la gira, los vuelvan a traer a España pronto.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Kasabian: West Side Pauper Lunatic Asylum (El asilo de los lunáticos pobres del lado oeste)


Tercer trabajo de la banda de Leicester, lanzado oficialmente el 5 Junio 2009 en su versión internacional por SONY BMG. Álbum conceptual, cuyo nombre es tomado de un centro de tratamiento de enfermedades mentales real que existió en Stanley, cerca de Wakefield, West Yorkshire, Inglaterra durante el siglo XIX. Cada canción intenta reflejar las realidades y patologías de uno de los reclusos del manicomio. El disco está nominado a los Premios Mercury 2009 como mejor trabajo de rock del año, aunque Sergio Pizzorno, guitarrista y líder de la banda, le reste importancia a la obtención del galardón. La curiosa carátula (en la ilustración) es obra de un fotógrafo alemán y va en la onda "demencial" del disco.

Al oír las notas cantadas por el vocalista en el tema de apertura del disco, "Underdog" (marginados) percibimos cierta presencia de Noel Gallagher como influencia, a priori se podría pensar que es una melodía compuesta por el líder de "Oasis", sin embargo, al avanzar la canción nos damos cuenta de que es Kasabian, la guitarra de Sergio Pizzorno asi lo delata. Con Underdog conocemos al primer paciente de este sanatorio mental del West Side: nos encontramos con una letra urbana, que habla de peleas con cuchillo en estaciones de tren, bajo un fondo de muros plagados de grafittis. Retrata la vida de alguien que como muchos viene a este mundo a vivir una existencia sin gloria ni fama, dejando claro que es así por libre elección, por no someterse a los patrones de éxito que imponen ciertos grupos de poder. El tema se desarrolla bajo una estructura armónica sólida, fuertes líneas octavadas de bordoneo de guitarra/bajo, armonización de voces en tonos agudos, y esa interesante y muy calculada incorporación de electrónica que carateriza a Kasabian.

El album continúa con "Where Did All The Love Go?", canción con reminiscencia de los setenta, con cierto aire lejano a música disco. Si en la canción de apertura se notaba la influencia de Gallagher, en esta es casi material, y es que el autor de "Wonderwall" es un declarado mentor de Kasabian. También creo que esas tendencias son cuestiones del inconsciente colectivo de Manchester, esa musicalmente fecunda ciudad inglesa cuna tanto de Oasis como de otras luminarias del britpop: Stone Roses, The Verve, Primal Scream, Chemical Brothers, Joy Division, Morrisey y tantos otros que han precedido a Kasabian, banda que de alguna manera ha heredado toda esa solera, y que con mérito han logrado desarrollar su propio aporte, esa sutileza en el uso de la electrónica, esas guitarras y coros de Pizzorno, esas armonizaciones de voces tan características, y esos potentes coros, pegajosos y con tanta garra que se te quedan en la mente. En esta segunda canción del disco son muy destacables tanto las sólidas líneas de bajo como los arreglos de cuerda que suenan de fondo. La fatalista letra nos habla de otro paciente recluido en este particular manicomio y cuya patología lo llevaba a conductas en las que reinaba la violencia, el caos social, un mundo en el que se elige matar los unos a los otros.

El tema anterior finaliza abruptamente para fundirse con "Swarfiga", tercera canción, una transición instrumental muy eficaz hacia "Fast Fuse", tema promocional del disco, vivo, de discurso rápido pero moderado, riffs de guitarra de cadencia surfista, melodía depurada y letra desenfrenada en la que conocemos a otro más de los sociópatas del asilo el cual declara su tendencia al desenfreno, su adicción por el abuso, por el saqueo, su condición de hooligan, le grita a los 4 vientos que uno de sus "fusibles" funciona demasiado rápido, demasiada ansiedad, vértigo, evasión, pide con desesperación que le agredan, que lo detengan.

Continúa con "Take Aim", según mi opinión uno de los mejores temas del disco y de los más representativos tanto del sonido de Kasabian, como del concepto general de este siniestro y tortuoso paseo por tan particular asilo mental. La letra nos habla de impaciencia, de pesadillas, de cómo se oyen desde las celdas el tintineo de las llaves que las abren y que los vigilantes llevan consigo, de mundos en los que los ratones comen gatos y en los que sólo hay una obsesión: salir al mundo exterior, aunque no necesariamente sea con vida. La música del tema es una genialidad, con una hermosa introducción a base de instrumentos de viento que se despeja para dar paso a una guitarra acústica y a la melancólica voz de Tom Meighan para incorporarse luego el resto de la banda creando breves pero emocionantes muros sónicos, con coros casi mántricos, y pinceladas melódicas arabescas.

Luego viene "Thick As Thieves", tema de profunda inspiración beatle, este tema debe casi toda su hermosa atmósfera a la influencia de McCartney, a su legendaria "Michelle" y al eterno e inmenso disco "Rubber Soul", o a otras canciones de los de Liverpool como "And I love her" o "If I Fell". No deja de ser válido que Kasabian tome estos fundamentos creados por Lennon y McCartney y los reciclen. Superpuesta a esa melodía "michelesca" y de matiz yo diria que casi griego, encontramos un nuevo lamento de otro de los enfermos mentales, uno que decía actuar antaño en shows, vestido con sombreros robados, amenazado por sombras y hojas de otoño.

Seguidamente el que es mi tema favorito del disco "West Rider Silver Bullet", tema en el que cantan a dúo Meighan y la famosa actriz hollywoodense Rosario Dawson (Siete almas - Clerks II - Sin City - 25th hour, entre otras). Una canción bastante elaborada, una marcha, casi marcial, con hermosos arreglos de cuerda y coros infantiles. Aunque creo que sobra la voz de Rosario, no canta bien, lo hace en el mismo registro que el vocalista del grupo, quizás la han incluido porque la letra nos habla de un recluso que recuerda tiempos en los que iba en vehículos robados con su chica.

Luego suena "Vlad the Impaler", otra declaración de un sociópata, resentido con la gente feliz, especialmente con las chicas de clase alta, deseoso de cortar gargantas, y de clavarles su estaca, inspirado un poco en el conde Drácula. El tema se pudo descargar gratis en la página web de Kasabian entre el 31 de marzo y el 03 de abril del 2009. Esta canción musicalmente me recuerda a Beastie Boys, con sonidos robóticos y una manera de cantar hip-hopera. Tiene realizado un video-clip: http://www.youtube.com/watch?v=z0QE7y8-B10.

"Ladies and Gentlemen, Roll the Dice", siguiente tema, nos habla del deseo de este demente de ser el protagonista, de disfrutar de sus 15 minutos de fama warholianos, de poder tener en sus manos el poder: "Damas y caballeros, hoy soy yo quien lanza los dados" nos dice , bajo un fondo musical apacible, tranquilo, algo sesentero.

"Secret Alphabets" es una nueva oda al sonido manchesteriano, donde se dejan ver elementos que Pizzorno ha podido extraer de gente como los Stone Roses, agregándole esas melodías arabescas tan características de Kasabian. En su lirica, un nuevo paciente del manicomio nos cuenta sobre un extraño lugar marinero en el que hay fuentes que escalan hacia tus ojos sin hacerte daño. "Fire", es una canción sencilla en la que conocemos a un paciente adicto a la adrenalina, a la noche, a las peleas, al sexo. Nuevo coro pegajoso con melodías muy típicas de la banda.

La versión comercial del álbum acaba con "Happiness", balada en la que dominan los sonidos del piano y la voz de Meighan, incorporándose a mitad de canción un coro gospel. En esta canción, el último de los pacientes que visitamos nos invita a no estar tan tristes por ellos, nos exhorta a ir por nuestros sueños y a buscar nuestra felicidad.

Así termina la versión comercial del disco (existen otras dos versiones que incluyen más temas: la japonesa y la edición especial con un disco adicional). En general, "West Side Pauper Lunatic Asylum" es un trabajo de muy buena calidad, que creo que salva el panorama musical actual del rock del estancamiento en el que se encuentra. Aunque es cierto que Pizzorno y compañía toman elementos ya existentes de la historia del rock en general y los reciclan y actualizan, también es cierto que se esfuerzan por obtener un sonido propio, con una incorporación muy calculada y racionada de la electrónica, estética siniestra y una muy cuidada ingeniería de sonido en sus grabaciones.

martes, 1 de septiembre de 2009

Estética de la infelicidad: la atractiva y hermosa crueldad


Hace algunas semanas publiqué una nota sobre la estética de la infelicidad, sobre esa afición que tiene nuestra sociedad actual por la desgracia, por la abyección, por esos matices claroscuros y que se me antojan dibujados a carboncillo; que desprende la tristeza, el miedo, la inseguridad, las adicciones, la rabia, la injusticia, la tragedia. Hace un par de días repasaba el Requiem a los sueños de Aronofski y creo que era un compendio de estética de la infelicidad, con todo y la magistral banda sonora de Mansell.

Entonces hoy, leyendo a Nietzsche, me encuentro con una frase que John Cleese (ex Monty Phyton), actor y guionista de la genial comedia "Un pez llamado Wanda" (1988) pone en boca del personaje de Otto West (interpretado por Kevin Kline que le valió el Oscar a actor secundario). La frase de Nietzsche que cita Otto es la siguiente:

"Casi todo lo que llamamos una civilización superior se basa en la espiritualización y la profundización de la crueldad" Friedrich Nietzsche. Más allá del bien y del mal. 1886

Esa frase me impresionó bastante, principalmente porque yo no podría estar más de acuerdo, pero también porque yo jamás podria haber sido tan grandilocuente como para expresarlo de esa manera. Creo que en este mundo en el que vivimos suele predominar nuestro lado malo y cruel, tal como lo demuestra el capitalismo o el evolucionismo de Darwin en el que sólo sobreviven los más aptos.

"Un pez llamado Wanda", es una de las mejores comedias que he visto, pero que paradójicamente cita en varias oportunidades al nihilista Nietzsche. Entonces hoy, leyendo el libro del que John Cleese sacó la frase, me encuentro con el resto del texto de ese aforismo, y me parece que está muy relacionado con mi anterior post de la estética de la infelicidad. Fijarse en lo que sostiene el autor alemán:

"Lo que produce la dolorosa voluptuosidad de la tragedia es la crueldad; lo que nos origina una emoción agradable es la llamada piedad trágica, e incluso en todo lo que es sublime, y hasta en los estremecimientos supremos de la metafísica más sutil, no debe su dulzura más que al ingrediente de la crueldad que se le mezcla. Lo que agradaba a los romanos en el circo, a los cristianos en el éxtasis de la cruz, a los españoles en los autos de fe o en las corridas de toros; lo que agrada en nuestros dias a los japoneses que se agolpan en el teatro, al obrero parisiense que tiene la pasión de las revoluciones sangrientas, a la wagneriana que, abolida toda voluntad, de pasar sobre si la música de Tristán; lo que todos saborean, lo que aspiran a beber con místico ardor es el filtro de la gran Circe, cuyo nombre es Crueldad" (Más allá del bien y del mal, Aforismo 229).

Habla además Nietzsche de que esa afición a la crueldad incluye la que se ejerce con uno mismo: mortificarnos, preocuparnos, intranquilizarnos, incluso la infinita necesidad de obtener conocimiento, el filosofo nos recuerda que en toda voluntad de saber, hay siempre una gota de crueldad.

Es curioso que sea a través del genial y divertido film "Un pez llamado Wanda" donde haya encontrado la reveladora verdad acerca de la diosa Circe. La cual no es lo que hasta ahora habiamos pensado de ella.

martes, 25 de agosto de 2009

Cuando el séptimo arte y la gastronomía se encuentran: cine gourmet (3 de 3)


Siguiendo con la lista de films relacionados con el hermoso arte de la gastronomía hoy comento los últimos cinco títulos:

11.-"Delicatessen". Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, 1991, Francia.

Opera prima del director de "Amelie" y de su habitual colaborador, el diseñador Marc Caro. Cuenta la historia de Louison (Dominique Pinon), un simpático payaso de circo retirado, que decide cambiar de vida y responde a un anuncio en el que se solicitan los servicios de un encargado de mantenimiento de un edificio. Cuando Louison llega al edificio vemos que es un lugar distópico, futurista, semiderruido, en el que habitan una serie de vecinos cada cual con vidas más extrañas y que tiene en la planta baja una carnicería, llamada "Delicatessen", cuyo propietario es el señor Clapet, quien a su vez es dueño de todo el edificio. La materia prima de la carnicería de Clapet es bastante particular, ya que se trata de la carne de los inquilinos que se han atrasado en sus pagos, o que simplemente son seleccionados por Clapet para ser consumidos por sus carnívoros clientes. Entonces el entrañable payaso retirado Louison comienza a trabajar en el extraño edificio, y Julie (Marie-Laure Dougnac), la hija del carnicero, se enamora enseguida de él. Clapet decide matar a Louison para obtener carne para su carnicería, pero Julie pretende salvarlo solicitando la ayuda de "Los Trogloditas", extraña organización subterránea de rescate.

Excelente propuesta de Jeunet y Caro, película preciosa de ver, con una fotografía encantadora, un uso magistral de los colores en los que los sentimientos y situaciones se ven realzados mediante la paleta, variando de los tonos sepia a vivos rojos y azules. La música también ocupa un papel preponderante, encontramos hermosas melodías al son de rítmicos muelles oxidados, de un celo o de una mágica sierra. Jeunet como siempre refleja sus inclinaciones oníricas, y lo vemos en los excéntricos ambientes de los pisos de cada vecino: el viejito con los caracoles y sapos, la depresiva vecina Aurora que inventa artilugios para suicidarse, ese atemorizado inquilino que intenta infructuosamente escapar del edificio disfrazado de basura dentro de un cubo, en fin, todo un universo particular este que Jeunet y Caro construyen en "Delicatessen", en el que no existe el dinero, sino que la moneda de cambio son granos de maíz, garbanzos y otras leguminosas y frutos secos. Un argumento que gira en torno a la obsesión humana por alimentarse, aunque sea con un filete de vecino.

12.-"Yo serví al rey de Inglaterra", Jiri Menzel, 2006, República Checa-Eslovaquia.

Película checa en clave de humor negro, de sarcasmo, de matices que a veces se me antojan caricaturescos. Guión adaptado de la novela del mismo título, cuyo autor es Bohumil Hrabal. Retrata la biografía de un camarero, Jan Ditre, quien adentrado en la madurez de su vida, reflexiona sobre lo vivido hasta entonces, desde sus inicios como vendedor de salchichas en una estación de tren de Praga, y como camarero en una taberna; para presenciar luego su progresivo ascenso que lo lleva casi a ser el maître del hotel más importante de la ciudad, estando toda su existencia permanentemente relacionada con la restauración.

Siempre es complicado trasladar a la pantalla todo el universo de un escritor y su novela, pero creo que el director checo Menzel ha sorteado estos escollos, con una hermosísima fotografía que incluye planos de belleza indiscutible como una habitación con alfombra roja la cual a su vez está forrada de billetes que son contemplados por su orgulloso dueño; o cuando la cámara ve un concupiscente mundo a través del cristal de una jarra de cerveza vacía que agranda bustos y traseros de mujeres; o las secuencias en las que Jan cubre a sus amantes después de hacer el amor, con margaritas, alimentos, objetos de un bouffé, o cualquier elemento decorativo que tuviera a mano y luego las hace que se vean en un espejo, imágenes que se me antojan incluso goyescas. Irresistibles las actrices eslavas que encarnan las damas de compañía del hotel Tichota, en el que ricos empresarios disfrutaban de su cotizada presencia. La puesta en escena en los hoteles es impecable, el salón comedor del Hotel Paris tiene una riqueza visual que vale la pena ver más de una vez, al igual que la tácita danza de los camareros con sus bandejas al son de elegantes valses. La banda sonora es excelente, escogida con un gusto exquisito, incluye música de cámara, bellísimos valses y piezas para piano muy expresivas que me recuerdan la música que era utilizada para las películas de cine mudo.

Quizá el último tercio de la película me resulta algo tedioso, cuando la acción se sale un poco del tema de la hostelería y la restauración y se centra en el conflicto bélico y el asunto nazi, aún así, esta producción checa es una película bastante recomendable.

13.-"American Cuisine", Jean-Yves Pitoun, 1999, Francia.

Película ligera, protagonizada por el simpático actor estadounidense Jason Lee (My name's Earl). Nos cuenta la historia de Loren, un chef yanqui, que en su mundo ordinario trabaja como cocinero para los almirantes de la Marina de EE.UU. Pero un día Loren se cansa de la mentalidad gastronómica tan cuadrada de los militares de su país, de que quieran comer siempre steaks y pie de manzana; de ese rancio patriotismo que les hace despreciar los placeres de los platos de otras latitudes. Entonces Loren renuncia y decide irse a Dijon, Francia, a hacer pasantías en el restaurante del chef Louis Boyer, quien tiene 4 estrellas. Al principio Boyer se muestra renuente a la idea de aceptar en su cocina a un estadounidense, quienes tienen imagen internacional de ser muy poco gastronómicos, pero como el cocinero es nuestro querido Earl (me encanta esa serie), pues tanto Boyer, como su bellísima hija Gabrielle (Irene Jacob), asi como prácticamente toda Francia, van sucumbiendo a los encantos de Loren, el cocinero gringo, el cowboy de los fogones. El director Jean-Yves Pitoun logra, sin muchas pretensiones, una película entretenida, bien rodada, con planos muy eficaces que captan toda la estética de una cocina, los vivos colores de las verduras y de las frutas, la belleza de las diferentes formas y tonalidades de las especias, del cardamomo, del coriandro, de los clavos de olor; lo creativo de la cocina, las presentaciones tan atractivas: una margarita en un plato de langostas, erizos, vieiras y tarinas de puerros. Nos enseña también ese infiernillo que puede ser la cocina de un restaurante en horas punta, donde el estrés campa a sus anchas, donde todo se hace contrarreloj, a alto fuego y bajo muchísima presión. En fin, este típico guión del tipo del camino hacia la madurez es perfecto para pasar un rato ameno sin mayores pretensiones.

14.-"Ratatouille", Brad Bird, 2007, Estados Unidos.

Ver films de Disney siempre supone un reto a la inteligencia del espectador, ya que sus producciones suelen estar cargadas de simbologías y significados que sólo los más agudos, maliciosos, o quizás paranoicos podrían descubrir. En el caso de la película de animación computarizada de Pixar ganadora del Oscar "Ratatouille" nos encontramos con la historia de una rata "Remy", que quiere ser chef de cocina por una fuerte vocación y un muy desarrollado sentido del olfato. "Cualquiera puede ser cocinero", es el lema de Auguste Gusteau, cocinero francés con cuatro estrellas, que se convierte en el ídolo y en la guía espiritual de Remy. Ratatouille es una hermosa fábula centrada sobre todo en los orígenes humildes de Remy, quien proviniendo de las alcantarillas acaba convirtiéndose en el mejor chef de Francia. El film nos recuerda que un artista puede provenir de cualquier sitio, que el arte no está reservado sólo para los sectores más pudientes, para los burgueses. El argumento tiene paralelismos con historias como por ejemplo la de Rocky Balboa, aquel humilde boxeador proveniente de los barrios más pobres de Filadelfia que acaba convirtiéndose en campeón mundial, o incluso con historias como la de "Ciudadano Kane", o "Rocco y sus hermanos", es decir, personas de procedencia humilde y modesta que con voluntad, perseverancia, dedicación y porsupuesto, suerte; llegan a estar entre la élite de sus disciplinas. Interesante la minimalista receta de Remy del tradicional ratatouille: con calabacín amarillo y el pimiento rojo reducido a una suave salsa, y una preciosa presentación. Este film es la octava producción de largometraje de Pixar, estudio del que han salido otros blockbusters animados como "Toy Story", "Los Imposibles" o la recién estrenada "Up". Ratatouille asombra por su realismo al reflejar el ambiente francés, desde los escenarios rurales de donde procede Remy, a las aceras y alcantarillados de Paris, pasando por los hermosos puentes y edificios de la capital francesa. La cocina del restaurante de Gusteau también impresiona por lo realista, la profundidad, la precisión de los detalles: cuchillos, las ollas y sartenes de cobre, todo es calcado de lo real. Para pasar un rato ameno esta bonita aventura, aunque no me acabe de convencer la idea de una rata cocinando.

15.-"Entre Copas", Alexander Payne, 2004, Estados Unidos.

Encantadora producción de cine independiente. Centrada en el vino, maridaje por excelencia en gastronomía. Nos cuenta la historia de Miles (Paul Giamatti), profesor de literatura, y Jack (Thomas Haden Church), actor de televisión; un par de buenos amigos, ex compañeros de la universidad, que emprenden un viaje de despedida de soltero para Jack. Dicho viaje consiste en un hermoso paseo de una semana por los valles vinícolas de Santa Ynez, California, con la intención de disfrutar de las preciosas vistas de los viñedos, entregarse a la buena comida y a la cata de los mejores vinos locales, y jugar un poco de golf. Pero el viaje resulta ser mucho más que eso, ya que trastoca profundamente las vidas del par de amigos cuando conocen a dos mujeres, Maya: camarera y estudiante de un máster; y Stephanie, escanciadora de vinos.

Basada en una novela de Rex Pickett, del mismo nombre, la película tuvo 5 nominaciones al Oscar en la edición del 2004, resultando justa ganadora en la categoría de mejor guión adaptado. Nos presenta una sólida construcción de personajes, Miles es obsesivo, siniestro, enciclopédico, sistemático, ansioso, le gusta beber el refinado vino de Pinot; y por contraste Jack es optimista, despreocupado, desenfadado, se conforma con el merlot. Es un film visualmente muy efectivo que presenta imágenes bastante hermosas de los viñedos californianos, y que utiliza técnicas muy atractivas como la de dividir la pantalla en 2, 3 o 4 cuadros móviles que presentan simultáneamente planos relacionados. Es muy entretenida de ver, con un ritmo muy bien cuidado y que hace uso exquisito del sentido del humor, de la comedia elegante que surge al contrastar dos personalidades tan distintas como las del lujurioso Jack y el introvertido Miles.

Además nos introduce en el vasto mundo de la cata de vinos con toda su terminología (que para mí es casi poética): los aromas: afrutado, animal, empireumático, maderizado; la sensación: aterciopelado, con cuerpo, equilibrado; las cepas: merlot, pinot, cabernet sauvignon, entre otras. Todo un universo, un arte en sí.

Destacable también la actuación de Paul Giamatti, actor que se caracteriza por su naturalidad, por su apariencia de persona común, de vecino de nuestra urbanización, alejado de los cánones de Hollywood, que sin embargo es tan versátil a la hora de actuar.

Lista final:

Como en los dos post anteriores, hago una recapitulación de todos los títulos comentados:

01.-"Vatel", Roland Joffe, 2000, Reino Unido-Francia.
02.-"Deliciosa Martha", Sandra Nettelbeck, 2000, Alemania.
03.-"Como agua para chocolate", Alfonso Arau, 1992, México.
04.-"El festín de Babette", Gabriel Axel, 1987, Dinamarca.
05.-"El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", Peter Greenaway, 1989, Reino Unido.
06.-"Tampopo", Juzo Itami, 1985, Japón.
07.-"Comer, beber, amar", Ang Lee, 1994, China.
08.-"Cuscus", Abdellatif Kechiche, 2007, Francia.
09.-"Un toque de canela", Tassos Boulmetis, 2003, Grecia.
10.-"Chocolat", Lasse Halstrom, 2000, Estados Unidos.
11.-"Delicatessen". Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, 1991, Francia.
12.-"Yo serví al rey de Inglaterra", Jiri Menzel, 2006, República Checa-Eslovaquia.
13.-"American Cuisine", Jean-Yves Pitoun, 1999, Francia.
14.-"Ratatouille", Brad Bird, 2007, Estados Unidos.
15.-"Entre Copas", Alexander Payne, 2004, Estados Unidos.

Otras películas de gastronomía

Las anteriores 15 son películas que me han gustado y que recomiendo personalmente, sin embargo, otros largometrajes con tema gastronómico que también he visto son:

16.-"Woman on top", Fina Torres, 2000, Estados Unidos.
17.-"Tapas", José Corbacho y Juan Cruz, 2005, España.
18.-"La gran comilona" (La grand bouffe), Marco Ferreri, 1973, Francia.
19.-"Fuera de carta", Nacho Velilla, 2008, España.
20.-"Sin reservas", Scott Hicks, 2007, Estados Unidos (remake americano de "Deliciosa Martha").

Así concluyo esta serie de posts de cine gastronómico, espero haya sido de su agrado. ¡Saludos y buen provecho!

lunes, 17 de agosto de 2009

Una mancha que no se quita


"La mancha humana". Philip Roth. 2000. Mondadori. ISBN: 978-84-8346-530-1

Una de las historias más impactantes que he podido leer, la de Coleman Silk, el protagonista de "La mancha humana", novela del año 2000 de Philip Roth, célebre autor norteamericano. La obra nos transporta hacia lo más profundo de la idiosincrasia yanqui, de su hipocresía puritana, de su incontenible racismo, de secretos no revelados, falso estoicismo y traumas post bélicos. "La mancha humana" nos cuenta la vida de Coleman Silk, un profesor universitario de literatura griega en Nueva Inglaterra, EE.UU; que cae en desgracia por un absurdo e insignificante comentario hecho en clase, y que es malinterpretado como racista. En tal trance Coleman es un árbol caído, del cual toda la comunidad de su universidad hace leña, ni sus más cercanos colaboradores en el trabajo hacen algo por evitar la despiadada condena, más bien lo contrario, se ensañan en su contra, especialmente la profesora Delphine Roux, francesa, atractiva, feminista, conservadora, profesional exitosa, y que guarda una reveladora paradoja en su manía contra Coleman. Todo esto ocurre en el año 1998, los tiempos de la felación más tristemente célebre de la historia contemporánea de Estados Unidos, la presidencial perpetrada por Mónica Lewinsky.

Coleman es aún más prejuzgado ya que además de ser acusado de racista, se descubren sus relaciones con Faunia Farley, empleada de limpieza de la universidad, a quien el catedrático dobla en edad. Ella es una mujer humilde, resignada con la vida, Voluptas, quien piensa que su mayor logro es que piensen que es estúpida, siendo en realidad una ávida lectora, amante de los grajos, esos pajarracos similares a los cuervos, de plumaje lustre púrpura y que emite raros graznidos. Faunia ama a los grajos porque desea de alguna manera abandonar la especie humana, por ello se lamenta de que los grajos vivan tan cerca de los poblados, teme que puedan humanizarse. Ella visita un grajo domesticado de nombre "Príncipe", un día el ave se escapa y se reúne con otros grajos no domesticados en un árbol, los grajos salvajes comienzan a picotear y a acosar a "Principe", quien no conocía el lenguaje de los grajos, no entendía a los de su especie, fue criado bajo la mano del hombre, por gente como nosotros, bajo la mancha humana:

"...dejamos una mancha, dejamos un rastro, dejamos nuestra huella. Impureza, crueldad, abuso, error, excremento, semen..., no hay otra manera de estar aquí. No tiene nada que ver con la desobediencia. No tiene nada que ver con la indulgencia, la salvación o la redención. Está todo en el mundo, nos habita, es inherente, definitoria". Philip Roth. La mancha humana. 2000.

Roth, a través de Coleman y Faunia, nos lleva hacia los vastos territorios de la imperfección, del egoísmo, de lo grotesco, hacia lo irracional del objeto del deseo, de la penetración, la fatalidad de una "mamada". También nos habla de la perversidad de la criatura humana, de como la jubilación prematura a la que es obligada Coleman al ser injustamente acusado de racista, desata en la comunidad universitaria de Athena, una malignidad casi patológica, en la que los protagonistas son la hipocresía, la maldad, la tergiversación, el puritanismo y la mentira, elementos con que los que yo creo que nos encontramos de manera cotidiana en nuestras humanas y manchadas vidas. Durante la lectura de la novela, pensé varias veces en ese juego de significados que Roth diseñó con maestría, de llamarse la localidad donde Coleman enseñaba "Athena", casi como la capital de Grecia, además, paradójicamente Coleman era profesor de literatura griega, volviéndose su propia vida tan aciaga como cualquier tragedia griega de Eurípides o Sófocles, con todo y sus coros.

Los personajes de la novela tienen una vasta profundidad y mensajes muy definidos: a través de Lester Farley, ex esposo de Faunia, veterano de Vietnam, atormentado, traumatizado, furioso, nos lleva hacia el absurdo de la guerra y la intolerancia. Nathan Zuckerman, el amigo escritor de Coleman en el último tramo de su vida, nos ofrece un agónico rayo de esperanza, del valor de la amistad, la honestidad y la comprensión. Faunia Farley es la humildad, Delphine Roux la arrogancia, y las relaciones que Coleman tiene con su familia representan de alguna manera esa ficción, esa ausencia de determinismo, o como diría Nietzsche, ese perpetuo baile de máscaras que es este mundo en que vivimos. Porque como escribe en su novela Nathan Zuckerman: el arte de Coleman, su singular acto de invención, cada día, al levantarse, era lo que había hecho de sí mismo.

Sabiendo que todos tenemos secretos, que todos tenemos algo que no queremos que los demás conozcan, creo que todos deberíamos leer esta reveladora novela.

sábado, 1 de agosto de 2009

Cuando el séptimo arte y la gastronomía se encuentran: cine gourmet (2 de 3)


Hoy dejo la segunda entrega del cine gastronómico, espero que les gusten los titulos seleccionados. Buen provecho.

06.-"Tampopo", Juzo Itami, 1985, Japón.

El film empieza con bellisimos primeros planos de ramen (sopa de fideos), plato típico de la cocina nipona, y nos damos cuenta de que la obra aborda toda la cultura, pasión y arte que en Japón conlleva esta deliciosa especialidad. Tampopo nos cuenta la historia de un par de camioneros; Goro y su ayudante Gun; que se detienen en la carretera porque tienen hambre, entran a un modesto restaurante de ramen llamado "Lai Lai", regentado por su dueña, la señora Tampopo, quien es viuda y tiene un joven hijo. Los camioneros no quedan muy satisfechos con la calidad de la sopa de fideos de Tampopo, entonces ella les pide que le enseñen a mejorar su sopa. Goro, una especie de cowboy japonés, accede y comienza una serie de lecciones en las que le enseña a Tampopo detalles que trascienden lo material: para ofrecer el mejor ramen debe mirar al comensal, descubrir en sus miradas y gestos si tiene apetito, si está algo borracho, que expresión pone al darle la primera probada a la sopa; le enseña a saludar siempre con amabilidad a sus comensales, a recordar que es lo que suelen pedir cada uno de ellos, a no desperdiciar movimientos en la cocina, o a minimizar el ruido en el local. A nivel general, resulta bastante gratificante y a la vez extraño este paseo japonés que nos muestra vagabundos sibaritas, ultimas cenas, un yakuza gourmet que hace juegos eróticos-gastronómicos con su pareja; historias paralelas, y contrasta frecuentemente la cocina francesa con la japonesa, por ejemplo los vinos de Burdeos con el sake de Nada. Tampopo nos enseña además que todos tenemos una carrera, aunque muchos no lo sepamos. La de ella era hacer el mejor ramen del mundo, y como todo en la cocina, su ramen requiere perfección, precisión, la receta exacta, la combinación adecuada de ingredientes, maestria en el amasado.

El director Itami, nos muestra una delicada y elaborada propuesta visual, logra planos de considerable dificultad en un espacio tan pequeño como lo es el restaurante de ramen de Tampopo. En la secuencia de los vagabundos sibaritas, los indigentes le hablan a Goro y a Tampopo, pero el director los enfoca de manera tal de que fuera a nosotros los espectadores a quienes nos estuvieran hablando. La fotografía tiene una paleta de colores que varían según los personajes, así vemos un blanco inmaculado para las secuencias del mafioso yakuza y su pareja. Goro tiene una imagen y una actitud que me parece una versión nipona de Clint Eastwood.

La combinación de estos ingredientes narrativos y visuales creo que han logrado un excelente film.

07.-"Comer, beber, amar", Ang Lee, 1994, China.

Maravilloso paseo por la muy apetitosa gastronomia china. La secuencia inicial, con los créditos del film, es ya legendaria, una propuesta visual impecable, en ella vemos una sucesión de planos y encuadres en los que el protagonista: Chu, maestro experto en cocina china tradicional, prepara simultáneamente una variedad impresionante de platos que destacan por su frescura, vemos peces vivos que serán utilizados inmediatamente en sus recetas, vemos aves sacrificadas momentos antes de ser cocinadas, vemos la experticia en el uso de los cuchillos, esa impresionante rapidez que caracteriza a los cocineros avanzados. Posteriormente vemos otra secuencia con imagenes muy elaboradas, visitamos la cocina del hotel en el que trabaja Chu, una cocina en la que se lleva a cabo un banquete para mil personas, y en la que vemos, a través de planos picados, una increible cantidad de cocineros, trabajando con cantidades igualmente gigantes de ingredientes y ollas.

En el desarrollo de la historia nos adentramos en Taipei, en el entorno familiar de Chu, de su relación con sus tres hijas. Asistimos a una sucesión de metáforas entre la gastronomía y la existencia, Chu afirma que el haber criado a sus tres hijas es como cocinar: cuando todo esta listo, ya se te ha quitado el hambre, las ganas. Lee hace una reflexión sobre el cambio, sobre el relevo generacional, sobre como el indetenible pulso de la vida va transformando todo el entorno, y de la importancia que tiene, en tales transiciones, el mantener también nuestras tradiciones, nuestras costumbres, esas recetas que vienen de tiempos inmemoriales heredándose de generación en generación.

Chu y cada una de las hijas desarrollan su propia historia particular de amor. El desarrollo de estas relaciones marca la evolución de los personajes, el inevitable cambio continuo que es lo unico constante en nuestras vidas.

La pelicula relaciona directamente la cotidianidad, actos tan primarios como comer y beber; con cuestiones filosóficas más trascendentales, en otra de las metáforas de Chu, el viejo cocinero nos comenta que "vivir dia a dia es lo mismo que cocinar, sean los que sean los ingredientes al final lo único que cuenta es el sabor", y la hija de Chu que es ejecutiva de una aerolínea comenta en un momento de la película que "mis recuerdos están hechos de olores y de sabores". Una producción impagable para profesionales y aficionados de la cocina, así como para quienes nos gusta el buen cine.

08.-"Cuscus", Abdellatif Kechiche, 2007, Francia.

Película coral, reflexión social, retrata la compleja realidad etnica francesa en la que las comunidades islámicas constituyen un colectivo de vasta dimensión y cuya convivencia con el resto de la sociedad gala presenta todo tipo de retos y dificultades. La película nos narra la historia de un obrero francés de origen magrebí, de mediana edad, que lleva trabajando más de 25 años en la fabricación y restauración de barcos en un astillero y que de repente, se ve forzado a jubilarse, recibiendo una liquidación miserable. Ante tales dificultades el obrero decide, con sus infimos aportes de capital, comprar un viejo barco, y fundar en él un restaurante de comida norteafricana. En esta aventura humana, el obrero se encontrará con una serie de dificultades en los que intervienen diversos factores tales como el racismo o el irrespeto de las nuevas generaciones a los valores familiares. Película innecesariamente larga, con gran diversidad de acciones, que retrasan el final hasta el cansancio.

Vale la pena realmente la secuencia de la comida de cuscus en familia, que aunque está rodada muy modestamente, con planos casi fijos, logramos ver ese maravilloso ritual de la sémola, la salsa, las verduras: calabaza, pimiento piquillo, zanahorias; algunos primeros planos del cuscus, protagonista de la pelicula. Interesante también la banda sonora de la película, podemos disfrutar de los sonidos del magreb, de esa tradicional orquesta conformada por instrumentos de cuerda: violín y sitar y acompañados del infaltable tamborine, ese instrumento de percusión tan típico de los paises árabes, son cadencias musicales bastante interesantes, que van in crescendo en intensidad, y que le acompañan voces con esa pronunciación tan gutural de su lírica. En la escena cumbre del filme la hija del obrero baila la danza del vientre de una manera impresionante en el nuevo restaurante.

09.-"Un toque de canela", Tassos Boulmetis, 2003, Grecia.

Gastronomía contiene la palabra astronomía, entonces la pimienta, que combina con todas las recetas, vendria siendo el sol... ...interesante idea que nos presenta este director griego. El film nos cuenta la historia de Fanis, un profesor de astrofísica de Atenas, que pasó su infancia en Estambul, Turquía, donde pasaba la mayor parte del tiempo en la tienda de comestibles de su abuelo, un enamorado de la gastronomía y de las especias. El abuelo de Fanis, le enseñó que el comino produce un estado de ánimo acelerado en la gente, por lo que si lo que buscas es mas bien dulzura, o que te miren a los ojos, es mejor usar un toque de canela.

Interesante tambien las lecciones de geografía del abuelo, que tomaba una postal con una foto de cada ciudad y la perfumaba con el olor de la especia correspondiente. Por motivos de la guerra entre Grecia y Turquia, Fanis y sus padres son deportados de Estambul a Grecia, y el muchacho debe dejar a su querido abuelo, asi como a una bella niña amiguita suya.

La película nos ofrece imágenes preciosas de Estambul y de Atenas, algunas elaboradas de manera totalmente digital. El director además hace uso eficaz de la banda sonora para situarnos geográficamente, asi cuando estamos en Estambul oimos hermosas melodias turcas, y cuando la acción se sítúa en Atenas, suenan inconfundibles notas musicales helénicas. Las secuencias en la tienda del abuelo son de una belleza incuestionable, con todas esas especias en manos del dulce viejito. Bastante conseguidas también las escenas en las que vemos a la familia de Fanis sentada a la mesa disfruntando junta de todas esas especialidades griegas.

El film está estructurado en tres actos: Acto I: Primeros platos, Acto 2: Segundos platos y Acto 3: Postres. Fanis decide, tras muchos años, ya siendo un adulto maduro, regresar a Estambul luego de 33 años a recuperar parte de su infancia, pero quizás, como decia su abuelo, nuestros destinos son como la sal en las comidas, está ahi aunque no la veas.

10.-"Chocolat", Lasse Halstrom, Estados Unidos, 2000.

En 1999, Halstrom realizó la magnifica "Las normas de la casa de sidra", al año siguiente, trajo al celuloide esta maravillosa pelicula que nos cuenta la historia de como Vianne, seduce a un pequeño, mojigato y conservador pueblito francés en el que decide establecer una chocolateria. Una vez más, vemos el poder de la cocina para dar felicidad a las personas, Vianne estudia minuciosamente los gustos, hábitos y preferencias de los lugareños para complacerlos y crear en ellos la necesidad de sus dulces. Vemos como de ese noble producto de origen americano, el cacao, se pueden hacer verdaderas obras de arte. El viejo y noble chocolate hace que en esa pacata comunidad francesa, despierte y florezca el espiritu de la tolerencia, el respeto a la diversidad, el reconocimiento a que las ideas distintas también son válidas, todo contado como un bonito cuento de hadas. Excelentes las actuaciones de Juliette Binoche en el papel principal; de Judi Dench en el de la caduca propietaria de la pasteleria que Vianne compra para establecer la chocolateria; y de Alfred Molina en el papel del malévolo alcalde. Igual que su postre homónimo, Chocolat es todo un placer para los sentidos.

Bueno, esas fueron las 5 películas de esta ocasión, con las comentadas en el primer post ya van 10. Igual que en el anterior, dejo la lista completa de los titulos:

01.-"Vatel", Roland Joffe, 2000, Reino Unido-Francia.
02.-"Deliciosa Martha", Sandra Nettelbeck, 2000, Alemania.
03.-"Como agua para chocolate", Alfonso Arau, 1992, México.
04.-"El festín de Babette", Gabriel Axel, 1987, Dinamarca.
05.-"El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", Peter Greenaway, 1989, Reino Unido.
06.-"Tampopo", Juzo Itami, 1985, Japón.
07.-"Comer, beber, amar", Ang Lee, 1994, China.
08.-"Cuscus", Abdellatif Kechiche, 2007, Francia.
09.-"Un toque de canela", Tassos Boulmetis, 2003, Grecia.
10.-"Chocolat", Lasse Halstrom, 2000, Estados Unidos.

Cualquier sugerencia, comentario o recomendación es totalmente bienvenida. Saludos!

lunes, 20 de julio de 2009

Cuando el séptimo arte y la gastronomía se encuentran: cine gourmet (1 de 3)


El cine es un arte que como todos sabemos, tiene poco más de un siglo de historia, sin embargo, la gastronomía existe desde que el hombre es hombre. Pintores como Cezanne, con sus famosos bodegones; o Da Vinci con su última cena; han expresado con su arte, esa estética innegable que tienen los alimentos de los que nos servimos, y todo lo que le rodea al ritual: cestos, cubertería, vajillas, manteles, copas, mobiliario, iluminación. Elementos que crean atmósferas capaces de llevar al ser humano a lo sublime, a lo sagrado, al mismo tiempo a lo erótico, a sucumbir a la tentación a los placeres terrenales, nos invitan a rendirnos a auténticas experiencias sensoriales: olor, sabor, tacto, vista, e incluso oído. Son atmósferas que pueden seducir reyes, conquistar masas, sellar grandes negocios, alegrar nuestras existencias o incluso amargarlas.

Además, la gastronomía siempre me ha parecido una auténtica manifestación cultural, una de las más perfectas expresiones de identidad de los pueblos, de sus costumbres, de las características particulares de la tierra que provee sus frutos, de la coyuntura histórica de las naciones. Las mesas de nuestros hogares reflejan muchísimo más que lo que está a simple vista, sin darnos cuenta, expresan cosas como la época del año en que se vive, o la religiosidad de los comensales, se pueden descubrir muchos aspectos del carácter de una persona simplemente observando sus hábitos gastronómicos. Por eso cuando he tenido la oportunidad de viajar, el momento que más me ha gustado es comer con las familias de mis amigos suecos, italianos, alemanes o españoles, creo que es una de las más bonitas maneras de conocer el mundo.

Entonces, cuando el cine se interesa por la gastronomía, tiene como resultado un tipo de film que despierta del todo mi interés. Quisiera compartir con quienes pasen por aquí, una selección que he hecho de 15 títulos del séptimo arte, en los que la gastronomía desempeña un papel importante, aquí van los primeros cinco:

01.-"Vatel", Roland Joffe, 2000, Reino Unido-Francia.

Nos relata el difícil compromiso en el que se ve involucrado el célebre cocinero francés del siglo XVII François Vatel (creador de la crema Chantilly), cuando su patrono, el Príncipe de Condé, debe recibir al Rey Luis XIV de Francia y a toda la corte de Versalles durante un festejo de 3 días y 3 noches. Condé espera que el Rey quede tan satisfecho como para que lo ponga al mando de las tropas que combatirán en la incipiente guerra contra Holanda.

Vemos entonces como Vatel, quien declaraba su deseo por lo absoluto, por lo sublime, por lo perfecto, despliega sus extraordinarias habilidades como chef ejecutivo, para organizar, con tan sólo 15 días de antelación, un banquete de 03 días y 03 noches, de más de 80 platos y que sea capaz de satisfacer y sobrepasar las expectativas del monarca y su corte.

La película es un alarde de producción, con bellísimas puestas en escenas, vemos unos preciosos buffets, faisanes, perdices, frutas exóticas, vestuarios, y una recreación de los famosos espectáculos que organizaba Vatel para sus comensales, con ballenas mecánicas, valkirias, y un sin fin de números artísticos.

Es también una reflexión sobre la libertad, Vatel amaba su trabajo, pero jamás se privaría de ser libre, no había ni reyes, ni príncipes ni condes que pudieran privarle de su libertad.

02.-"Deliciosa Martha", Sandra Nettelbeck, 2000, Alemania.

Nos encontramos con Martha, una guapa jefa de cocina de un elegante restaurante de Hamburgo. Algo neurótica y obsesionada con su trabajo, el cual desempeña buscando infatigablemente la mayor precisión. A Martha le cambia totalmente la vida cuando su única hermana, que es madre soltera, muere en un accidente automovilístico. Martha debe entonces hacerse cargo de Lina, su sobrina huérfana, quien está en shock por la reciente pérdida de su madre. La adaptación entre Martha y Lina no resulta nada fácil, especialmente porque van descubriendo que son muy parecidas, a las dos les gusta cocinar y son rabiosamente perfeccionistas, el toque simpático lo da Mario, un cocinero italiano que contratan en el restaurante de Martha, y quien al principio no es muy bien recibido, pero luego sucumben a sus estereotipados encantos que incluyen pasta, y canciones del país de la bota.

03.-"Como agua para chocolate", Alfonso Arau, 1992, México.

Adaptación del libro de Laura Esquivel. Aproximación al realismo mágico, con toques surrealistas. Ambientada a principios del siglo pasado, nos cuenta la historia de un amor fallido, que es truncado por una malévola madre que decide que su hija menor no puede casarse sino que debe permanecer soltera para cuidarla a ella, entonces su amado accede a casarse con la hermana mayor, sólo para poder estar cerca de su verdadera pasión.

Todo lo anterior está aderezado con unas interesantes metáforas entre la deliciosa y sensual gastronomía mexicana y las situaciones que se desarrollan en el film. Se me antoja que Arau quiso plasmar algunas influencias de Buñuel o de Ripstein.

04.-"El festín de Babette", Gabriel Axel, 1987, Dinamarca.

En el siglo XIX, nos situamos en el seno de una remota aldea puritana danesa. En ella viven dos ancianas hermanas, hijas de un fallecido sacerdote de la aldea, solteronas, ya que movidas por su rígida y profunda fe, decidieron renunciar a los placeres carnales, y al amor.

Un día llega a sus vidas, Babette, una refugiada francesa que huye de la cruenta guerra que azota su país. Babette llega recomendada por el amor de juventud de una de las ancianas, y trabajando como sirvienta, se integra rápidamente a la introvertida, rigurosa, y ultra-religiosa vida de la aldea.

Pero un día Babette se gana un premio de lotería, y decide regalarle a la aldea un banquete al estilo auténticamente francés, Babette trae desde su país para la ocasión todo tipo de insumos necesarios para su cena francesa: una inmensa tortuga para hacer sopa, miles de codornices, que preparará en una cama de hojaldre en una receta llamada "Codorniz en sarcófago", los mejores vinos galos, champán, trufas y todo tipo de manjares típicamente franceses.

Una magnifica puesta en escena, y una hermosa reflexión sobre la modestia y sobre como el arte de la cocina puede regalar felicidad, despertar los sentidos y darle rienda suelta a la alegría, incluso a un grupo rural de puritanos daneses.

05.-"El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", Peter Greenaway, 1989, Reino Unido.

Una de las obras cumbres de Greenaway, este director británico que según mi opinión, experimenta tanto con la imagen, que hace de ella una experiencia más cercana a las artes pictóricas que al cine. El film nos cuenta la historia de un ogro que es dueño de un restaurante, y que aterroriza a todo su entorno, a todo lo que toca.

La cocina del restaurante es más parecida a uno de los bodegones de Cezanne o a un cuadro de Velázquez, que a uno de un restaurante real actual, la fotografía es impresionante, con ese inmaculado blanco cuando entran a los cuartos de baño y ese rojo de ira de los salones comedor.

Violencia, antropofagia, repugnancia, venganza, inquietud (el niño ayudante de cocina que canta, albino, y con estética siniestra, me erizaba la piel), pero quitando esta estética tan recargada, ese interés más por la imagen y forma que por lo narrativo; la película nos ofrece una experiencia cinematográfica bastante original, aunque claro, en este viaje queda excluido totalmente al final el placer de la gastronomía.

Bueno, esas fueron las primeras cinco, de quince en total que he seleccionado. Dejo la lista de hoy:

01.-"Vatel", Roland Joffe, 2000, Reino Unido-Francia.
02.-"Deliciosa Martha", Sandra Nettelbeck, 2000, Alemania.
03.-"Como agua para chocolate", Alfonso Arau, 1992, México.
04.-"El festín de Babette", Gabriel Axel, 1987, Dinamarca.
05.-"El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante", Peter Greenaway, 1989, Reino Unido.


¡Buen provecho!

Nota: Post dedicado especialmente a todos los amigos que se dedican a ese hermoso arte que es la cocina, y a quienes admiro tanto. Un cordial saludo a mi amigo Chef Orlando "Yayo" Amaro, Executive Cheff de Pamplona Tapas Bar en Lafayette, EE.UU.

jueves, 16 de julio de 2009

Encendiendo las candilejas de nuestras conciencias



Limelight (Candilejas). 1951. Escrita y dirigida por Charles Chaplin

Hoy tuve la oportunidad de disfrutar de "Limelight", uno de los títulos más grandes e importantes de la filmografía del genial Charles Chaplin. Realizado en el año 1951, vemos en el film a un Chaplin ya bastante mayor, que interpreta al entrañable comediante "Calvero", vieja gloria del humor teatral, venido ya a menos, relevado por nuevas generaciones de las artes escénicas.

Calvero es prácticamente alcohólico, ya que considera que sólo en tal estado es cuando aflora su mejor humor, cuando es más divertido. Un día, borracho, de regreso a su casa, le salva la vida a Terry, una hermosísima bailarina, quien ha perdido toda esperanza, sufre de afecciones psiquiátricas que le producen parálisis de las piernas y no tiene ningunas ganas de vivir.

Entonces Calvero, a pesar de estar bastante derrotado en la vida por la decadencia profesional que le está causando su edad avanzada, es capaz de despertar en Terry nuevas ilusiones, nuevos anhelos. El entrañable payaso al borde del retiro, le habla a la joven bailarina una y otra vez de las hermosas posibilidades que plantea la existencia, de lo bella que es la vida.

Eso, en estos tiempos que corren, es invalorable como mensaje artístico, vemos como Chaplin nos plantea su fe en el mundo y en la humanidad. Es optimista, nos exhorta a luchar pacificamente por nuestras ideas, por encontrar ese talento que todos tenemos, siempre a respetándonos los unos a los otros.

Su visión luminosa choca con los mensajes oscuros, nihilistas, violentos y fatalistas de los directores actuales, lo cual no quiere decir que la obra de Chaplin no esté llena de denuncia social, de sarcasmo, de secuencias dramáticas, de niños hambrientos abandonados, de pobres marginados, de obreros explotados, de agudísimas críticas a la burguesía, de llanto y tristeza; pero las historias y personajes chaplinescos suelen tener giros y transformaciones en los que termina por aflorar la bondad, la honestidad, la paz, el amor.

Transcribo una parte del guión de "Candilejas" que me gustó especialmente. En la secuencia, Terry recién acaba de despertar de su intento de suicidio, y le pregunta a Calvero los motivos por los cuales no la dejó morir. Un borracho Calvero (Chaplin) le responde lo siguiente:


"La conciencia humana tardó millones de años en crearse,

¿y usted quiere borrarla?

borrar el milagro de toda existencia,

cuando importa más que cualquier otra cosa en el universo,

¿qué hacen las estrellas?

nada, aparte de quedarse fijas en su eje,

¿y el sol?

lanza llamas a 450 mil kms. de aquí, ¿y qué?

gasta todos sus recursos naturales

¿acaso el sol piensa?

¿o tiene conciencia?

No. Pero usted, si
" (Charles Chaplin, Limelight, 1951)



Chaplin nos habla de "Conciencia", que maravillosa palabra, ojalá todos tuvieramos un poco más de ella. La RAE la define como:

"Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta."

Entonces vemos que Calvero apela a la conciencia de Terry para devolverle las ganas de vivir, para convencerla de que todos tenemos valores intrínsecos que hacen que nuestro paso por este mundo sea una experiencia que vale la pena. Terry a su vez también logra que Calvero apele más a su conciencia, despertando en él de nuevo su creatividad, animándolo a generar nuevas ideas, alejándolo del alcohol, hasta que el encantador Calvero acaba demostrando su valía y su dignidad en la tercera edad.

Maravilloso film de Chaplin, aderezado con divertidísimos gags del maestro que incluyen un circo de pulgas, o un magnifico acto de comedia musical con el gran Buster Keaton.

Le agradezco haber sido hoy la voz de mi conciencia.

lunes, 6 de julio de 2009

Factótum: persona que desempeña todo tipo de empleos, menos el que desea.



Quizá la obra más célebre de Charles Bukoswki, claramente autobiográfica. En Factótum, el autor relata a través del personaje de Henry Chinaski, su alter ego, la lucha que tuvo que librar durante su juventud para abrirse paso como escritor mientras subsistía realizando una serie de empleos miserables; mantenía relaciones con sórdidas y rotas mujeres y cargaba además con un serio problema de alcoholismo.

El relato empieza en New Orleans, aunque podía haber empezado en cualquier otra de las numerosas localidades donde vivió el protagonista durante esa época. Lo vemos invariablemente obtener, y casi inmediatamente perder; una serie de trabajos de muy poca monta, empleos desagradables, hostiles, los que nadie quiere desempeñar, deprimentes, que hunden más a nuestro protagonista en su adicción al alcohol, en su apego a escribir, y en su conducta autodestructiva. Al mismo tiempo, su paso por estos trabajos miserables, hacen que Chinaski en su historia sea la voz de los marginados, de los borrachos, de los desempleados, de los obreros y de los económicamente deprimidos: los que nadie quiso ayudar de verdad, los que sobran, como dirían en los 80 los chilenos "Los prisioneros"

Al quedar desempleado, Chinaski continuamente va empacando sus escasas pertenencias en una antigua y maltrecha maleta y marchándose a probar suerte a otras localidades de la geografía estadounidense: Nueva York, Filadelfia, San Luis, Texas, Miami y por supuesto su querida y odiada Los Angeles a la cual siempre regresa una y otra vez y donde viven sus padres con quienes tiene pésimas relaciones.

Pero a pesar de estar inmerso en tan deplorable dinámica, Chinaski nunca ceja en su empeño de cristalizar su inclinación a ser escritor, aunque esté trabajando como almacenista, o de obrero de una fábrica de galletas para perros, o limpiando ventanas en un bar de mala muerte; siempre alterna estas ocupaciones con la escritura y envía continuamente sus relatos a las revistas literarias que admiraba: "Atlantic Monthly" "Harper's" y "Frontfire". Chinaski nunca renuncia a su vocación:

"En América siempre había gente buscando trabajo. Siempre había un montón de cuerpos utilizables para reemplazar a otros. Y yo quería ser escritor. Casi todo el mundo era escritor. No todo el mundo pensaba en que podía ser dentista o mecánico de automóviles... ....Casi todo el mundo usaba palabras y podía también escribirlas, en consecuencia casi todo el mundo podía ser escritor. Pero la mayoría de los hombres, por fortuna, no son escritores, ni siquiera conductores de taxi, y algunos -bastantes- desgraciadamente no son nada." Charles Bukowski. Factótum. 1975.

Su adicción por el alcohol va interfiriendo gravemente en los infames empleos que va logrando conseguir para poder sobrevivir: ausentismo, agresividad, lagunas mentales, paranoias, indiferencia: son los ineludibles efectos de un alcoholismo progresivo que le van costando a Chinaski cada precario, pero necesario empleo que va consiguiendo.

Un elemento importante en esta novela de Bukowski, así como en todas sus obras, es el humor, esa comedia negra, ese sarcasmo, esa mordacidad, un particular sentido crítico de la vida, tan agudo que le hace capaz de hacernos reír con situaciones verdaderamente desafortunadas:

"-No eres gran cosa - dijo él.
-Trata de repetirlo un día que no esté con resaca. Te correré a puñetazos por todo el patio.
-Muy bien -dijo-, ven un día fresco y limpito y veremos qué pasa.
Decidí no aparecer nunca por ahí fresco y limpito
". Charles Bukowski. Factótum. 1975.

Otro de los temas es su relación con las mujeres, de quienes dice que son mágicas. Chinaski en su sórdido mundo de pensiones de mala muerte, empleos miserables y borracheras, establece relaciones con prostitutas, o mujeres marginadas "recién salidas de un manicomio, o de un mal matrimonio" y es que tal y como él le sugiere a Manny, el personaje chicano con el que realizaba las apuestas en el hipódromo; Chinaski es partidario de que si lo que te gusta es fornicar, beber y apostar; debes buscarte mujeres a las que les guste lo mismo; aunque Manny acertadamente le responda: ¿quién quiere estar con una mujer así?.

Factótum es principalmente un manifiesto contra el hecho de que nuestra sociedad imponga parámetros según los cuales sólo se puede ser útil si trabajas en empleos convencionales, liberales, tecnócratas, los típicos trabajos que les gustarían a nuestros padres que tuviéramos: médico, ingeniero, abogado, funcionario público. No tiene cabida la vocación, ese apego a ejercer ciertas profesiones tan marginadas pero al mismo tiempo tan necesarias para la humanidad, como músico, escritor o incluso deportista. ¿Que tal si Quino fuese un empleado de oficina y nunca hubiese creado a Mafalda?, ¿o si Cervantes, Cortázar o Paul Auster se hubiesen tenido que dedicar a ser prósperos empresarios y nunca hubiésemos tenido al Quijote, Rayuela o Leviatán? Chinaski, en un fragmento de la novela, nos dice lo siguiente:

"La idea de sentarme enfrente de un hombre sentado detrás de un escritorio y contarle que deseaba un trabajo, y que estaba capacitado para hacer ese trabajo; era demasiado para mí. Francamente, estaba horrorizado de la vida, de todo lo que un hombre tenía que hacer solo para poder comer, dormir y vestirse". Charles Bukowski. Factótum. 1975.

Entonces, a pesar de tanta miseria, tanta borrachera y tanto cuadro depresivo, Factótum podría acabar siendo una invitación a creer en nosotros, en nuestros proyectos, en nuestras ideas, Bukowski en una de sus poesías nos dice: "si vas a intentarlo, recorre todo el camino, de lo contrario ni siquiera empieces" y esta es la filosofía de Chinaski, por encima de todo el lo que quiere es escribir. Ojalá yo hubiese sido así de persistente con mi vocación musical.

Por supuesto, existe una versión cinematográfica de Factótum, realizada en el año 2005 por el noruego Bent Hamer. Es una adaptación para la pantalla no sólo de Factótum sino de varias obras de Bukowski. El film según mi opinión es correcto, cinematográficamente interesante, con sólidas actuaciones sobre todo de quien encarna a Chinaski, el genial Matt Dillon; pero que en conjunto me parece demasiado "light" si lo comparamos con el libro.

En la película vemos a un Hank Chinaski apacible, resignado, sombrío, que habla muy poco, y cuando lo hace, habla casi a susurros, introspectivo. Creo que el Chinaski literario es más cáustico, más agresivo, más visceral. La película es como descafeinada, quizás demasiado atemperada en comparación a las miserias y los furiosos impulsos que podemos encontrar en la novela. Quien espere una adaptación fiel, como por ejemplo hizo Sam Mendes con "Revolutionary Road", quedará algo decepcionado, ya que la película empieza prácticamente a la mitad del libro; está ambientada en el año 2005, no en los años 50; y la acción transcurre siempre en una misma localidad, mientras que en el libro Chinaski se mueve por todo E.E.U.U.

No obstante, muchos de los diálogos reproducidos en el guión son bastante fieles, los planos que consigue Hamer tienen una estética interesante y las actuaciones de Lili Taylor y de Marisa Tomei son buenas, aunque ellas me parezcan demasiado atractivas para ser mujeres rotas, halladas un bar de mala muerte, y que acaban en la cama de un miserable borracho que no tiene ni un céntimo, cuestiones del cine.

domingo, 28 de junio de 2009

Ghinzu: espejito, espejito, ¿quien es la banda más bella?


Bélgica es un país que para un venezolano como yo, es bastante desconocido en cuanto a su música. Desde Francia si hay una cantidad de músicos como Saint Germain, Air, Daft Punk, Miss Kittin o Rinocerose; a los que he tenido más acceso. Pero desde Bélgica quizá el trip-hop de "Hooverphonic" ha sido para mí el único referente musical. Sin embargo, desde hace algún tiempo descubrí a "Ghinzu" una banda indie que encabeza un movimiento contemporáneo de pop rock belga del que forman parte otras interesantes agrupaciones como "Sharko" o "Girls in Hawai"

En esta oportunidad les hablaré del noise pop y de la experimentación sónica que nos trae la banda "Ghinzu", con su tercera producción titulada "Mirror Mirror", lanzado oficialmente en Europa en Marzo de 2009.

El álbum comienza con la voz en vocoder de "Cold Love", tema de estructuras melódicas enérgicas, con dos bajos, de ritmo trepidante. Para quienes hemos escuchado previamente "Electronic Jacuzzi" y "Blow", nos damos cuenta al oír este primer tema de "Mirror Mirror" que estamos de nuevo ante "Ghinzu", con el inconfundible pianoforte del líder de la banda John Stargasm, acompañado de un correcto contraste de voces armonizadas, y de reminiscencias sinfónicas, muy buen tema, ha sido el single promocional del disco en Bélgica.

Luego sigue "Take it easy", pieza que como su título sugiere es apacible, relajada, con guitarras muy rítmicas, batería tranquila que por momentos me recuerda algo a "The Strokes"

La tercera canción es "Mother Allegra", tema grandilocuente, de atmósfera dramática, operística, muy sinfónica, cuya lírica refleja una melancolía por lo maternal.

Sigue "Mirror, Mirror" de temática sexual, arrogante y hedónica. Música fiel al estilo noise pop de la banda, canción facetada, alternando hard rock con frases más rítmicas, interesante uso sincronizado de guitarra y de dos bajos, diseño vocal sobrio.

"Dream Maker" tiene un texto que es otro chute ya algo insoportable y manido de vanidad y narcisismo: "soy el brillo en tus ojos, soy el genio que trae a la vida tus sueños secretos"; los chicos no tienen ningún problema de autoestima, aunque si de inmodestia. Incongruente con esta pésima letra es la música, excesivamente dramática, un fallido intento de aproximarse a verdaderos genios como "Queen", o a otras bandas que han sido influenciadas por el combo de Mercury como los británicos "Muse". El tema tiene una estimable subida de intensidad a partir del último tercio.

"The End Of The World", tema con título casi idéntico al que "U2" publicó en 1991 en "Achtung Baby", y con letra arquetípica de la misma naturaleza: "quiero ir contigo hasta el fin del mundo", no se rompieron mucho el cerebro los muchachos con el texto. Interesante contraste de los dos bajos, estrofas con un eficaz trino de piano, y estribillos cantados apasionadamente y con sonidos algo neoyorquinos.

El séptimo tema es "This light", intimista, insisten en sus arreglos dramáticos y emocionales con el piano y la voz al frente. La letra nihilista nos habla sobre esa luz al final del túnel que supuestamente vemos antes de morir, tema bastante interesante.

"This War Is Silent", es una canción que nos habla nuevamente de sexo. Su música me retrotrae al primer álbum de la banda "Electronic Jacuzzi", guitarras en pizzicato, líneas de bajo circulares, fraseo vocal tortuoso, obstinado, fijo y misterioso que va evolucionando sobre variaciones progresivas de la misma cadena de acordes y que estalla en un interesante clímax en el último tercio. Excelente canción.

Sigue "Je T'attendrai", tema en francés con dos repetitivos riffs de bajo y final visceral. Luego un pasaje electrónico de transición, para continuar con "Kill The Surfer", demencial, circular, bastante rockera.

Cierran el disco con "Interstellar Orgy", instrumental, sideral, envolvente, espiral, búsqueda de sonidos propios, exprimir las máquinas hasta sacarle sonidos nuevos (cosa que caracteriza a "Ghinzu", y que también hacen otras bandas como "Crystal Castles" o el venezolano Carlos Giffoni), sicodelia y presencia implícita del fallecido Floyd: Richard Wright.

En conclusión, "Mirror, Mirror" aunque bueno, no me parece el mejor disco de "Ghinzu", esa experimentación operística y melodramática; y las líricas narcisistas desinflan un poco esta producción que pudo haber sido mucho más. ¿Lo mejor del disco? "Cold Love", "This Light" y "This War Is Silent", canciones verdaderamente recomendables.

miércoles, 24 de junio de 2009

Un mundo infeliz: la atractiva desdicha


Mientras me dirigía en autobús a hacer gestiones personales, encuentro en mi asiento uno de esos periódicos gratuitos que circulan diariamente aquí en España, me pongo a leerlo y encuentro lo de siempre: desgracias, infelicidad, desdicha.

En la portada del diario había un fotograma de imágenes grabadas con un teléfono móvil (celular) de Neda, una niña iraní que fue asesinada de un disparo mientras conversaba con su padre como asistentes a una manifestación opositora a los resultados electorales en Teherán. Continúo leyendo y me entero de que 83 inmigrantes subsaharianos han llegado ayer a España en patera (balsa) y han sido detenidos, se trata de gente que realiza una peligrosísima travesía por el Estrecho de Gibraltar, sólo para ser repatriados al llegar aquí; ¿el resto de las noticias? aumento desorbitado del desempleo, el cretino del presidente italiano haciendo fiestas con prostitutas y cocaína; declaraciones de la viuda de Puelles, el policía que ETA mató con una bomba recientemente, en fin, desdicha, desdicha y más desdicha.

No soy periodista, pero conozco ese axioma periodístico anglosajón que reza "Good news are no news" (Las buenas noticias no son noticias), los periódicos venden cuanta más angustia causen, pero ¿quienes los compran o leen? nosotros los ciudadanos, entonces, ¿es que nos atrae la desdicha?

En el ámbito literario, pictórico, musical y cinematográfico vemos como las mejores obras son aquellas que llevan implícitas terribles y devastadoras escenas y situaciones. En cuanto a cine tenemos que desde el neorrealismo italiano, hasta directores contemporáneos tales como Todd Solondz, Michael Haneke, Lars Von Trier, Julian Schnabel o Takeshi Kitano; nos ofrecen un continuo goteo de angustia y violencia postmodernista. Notables escritores actuales como Phillip Roth, John Maxwell Coetzee o David Foster Wallace nos abruman y conmueven con historias sobre suicidios, racismo o lo decadente de la vida contemporánea. El caso de la literatura es históricamente afín a la estética de la infelicidad, pensemos en las tragedias griegas, o shakesperianas.

En cuanto a música, toda aquella que me interesa suele ser bastante triste y melancólica, los lamentos existenciales de Robert Smith con sus The Cure; toda la gama de denuncias sociales y personales de Thom Yorke y sus Radiohead; los fáusticos encuentros o relaciones gore que cuenta Charly García; las líricas siniestras de Billy Corgan o Trent Reznor, o incluso el melodioso desánimo de los blues de John Lee Hooker.

Creo que tiene razón Aldous Huxley cuando nos dice en su distópico, suicida y eugenésico "mundo feliz":

"La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es ni con mucho tan espectacular como la inestabilidad. Estar satisfecho de todo no posee el encanto que supone mantener una lucha justa contra la infelicidad ni el pintoresquísmo del combate contra la tentación o contra la pasión fatal o duda. LA FELICIDAD NUNCA TIENE GRANDEZA". Aldous Huxley, "Un mundo feliz" 1932.

domingo, 14 de junio de 2009

El baño del Papa: el conmovedor enfrentamiento entre honestidad, esperanza y pobreza





El baño del papa. Directores: Enrique Fernández y César Charlone. Uruguay-Brasil-Francia 2007.

"Ciudad de Dios" es una película de culto en el cine latinoamericano actual, entonces encontrar los nombres de Fernando Meirelles como productor, y de César Charlone, el autor de la maravillosa fotografía de la mencionada película brasileña, crea grandes espectativas sobre esta producción cinematográfica uruguaya titulada "El baño del Papa". El film nos cuenta una historia basada en hechos reales, y que como apunta el mensaje que vemos en pantalla al comienzo "sólo el azar impidió que sucedieran en el orden que se presenta". Se trata de los efectos que tuvo la visita del Papa Juan Pablo II el 08 de Mayo de 1988, a un pequeño pueblito rural uruguayo llamado Melo, fronterizo con Brasil.

El relato tiene una apertura algo expresionista, vemos las sombras de unas bicicletas que transitan por un pedregoso camino de tierra, un ambiente netamente rural, con asnos, vacas y evidente pobreza. Las bicicletas pertenecen a un grupo de contrabandistas de poca monta, que traen en ellas pequeños lotes de mercancía comprada en el lado brasileño, que venden luego en Melo, del lado uruguayo. Para poder pasar las mercancías deben entrar a Uruguay por caminos verdes, nunca por la alcabala oficial policial donde los funcionarios, más por corrupción que por otra cosa, les incautan las mercancías.

Entre este grupo de contrabandistas en bicicleta, nos encontramos a Beto (César Troncoso), principal protagonista de la historia. Conocemos luego a la familia de Beto: su esposa Cármen (Virginia Méndez), ama de casa, una fervorosa católica que piensa que Dios debe ayudar principalmente a los pobres; y a su hija Silvia (Virginia Ruiz), una hermosa niña de aspecto muy latinoamericano, que tiene claro lo que quiere estudiar al acabar el bachillerato, quiere ser presentadora de noticias en la televisión, estudiar periodismo; para lo cual tendría que irse a Montevideo. La evolución de la relación de Silvia con su padre, ocupa un importante espacio en el argumento del film. Destacable también el personaje de Meleyo (Nelson Lence), un policía corrupto que tiene una especie de pacto fáustico con Beto.

La puesta en escena nos permite ver imágenes costumbristas, muy australes, muy suramericanas. Vemos a los personajes tomando su mate uruguayo, haciendo asados de carne, chorizos, empanadas, y esa fascinante música que es una mezcla uruguayo-brasilera.

Al enterarse de la visita del Papa, todo el pueblo de Melo deposita sus esperanzas en el acontecimiento, y con los pronósticos de recibir cantidades multidudinarias de creyentes debido a la llegada del sumo pontifice, comienzan a preparar todo tipo de avíos comestibles, recuerdos conmemorativos, medallitas religiosas; para venderles a los visitantes, y conseguir con las ganancias apartar, aunque sea un poco, esa acuciante miseria en la que viven. Tienen tan grandes esperanzas en el éxito de tales emprendimientos, que muchos de los habitantes del pueblo incluso piden créditos bancarios, poniendo como garantías sus terrenos o casas para así poder comprar mercancias y participar en el prometedor negocio.

Entonces mientras Melo se lanza a preparar chorizos, empanadas y banderitas para vender a los seguidores del Papa; Beto, concibe una brillante idea: construir en su domicilio un cuarto de baño para alquilárselo a los peregrinos. Luchando contra todo tipo de adversidades, Beto intentará llevar a cabo su singular proyecto.

"Melo" nos recuerda un poco a "Villa del Rio" aquel entrañable pueblito español que crearon Berlanga y Bardem en "Bienvenido Mr. Marshall" y cuyos habitantes ponían todas sus esperanzas en la llegada de los norteamericanos y sus dólares. La diferencia estriba en que "Villa del Rio" y sus visitantes americanos, eran una maravillosa creación ficticia de Berlanga, mientras que lo de Melo si que ocurrió en la realidad, por lo que "El baño del Papa" tiene visos de documental, es puro realismo, pero tratado eso si con arte y un toque mágico.

El argumento es desarrollado de manera muy amena, con pinceladas de comedia que se me antojan algo chaplinescas, humor que nace de situaciones de miseria y pobreza. El gag del ensayo del futuro funcionamiento del baño con la esposa y la hija de Beto, lo encontré muy divertido, aprovecha eficazmente lo visual y lo narrativo.

La fotografía de Charlone es impecable, consiguiendo extraer belleza de escenarios e imágenes de pobreza, miseria y marginalidad, vemos vehículos oxidados, chatarra, viviendas que son prácticamente chabolas (o ranchos como diríamos en mi Venezuela), pero Charlone logra retratarlas de manera muy estética. En una secuencia del film, el personaje de Beto tiene una ensoñación con una moto que desea comprar, y me gustó mucho la gama de tonos amarillos que utiliza, los filtros, y el manejo de la luz. También hay abundancia de primeros planos.

Encantadora la música de Luciano Supervielle y Gabriel Casacuberta. El guión, co-escrito entre Fernández y Charlone, nos presenta reflexiones de índole social, político y religioso: ¿es ético hacer comercio con cuestiones religiosas? ¿Cármen tiene razón al afirmar que Dios debe ayudar principalmente a los pobres? ¿se puede ser pobre y al mismo tiempo vencer las tentaciones de quebrantar la honestidad?.

De los filmes más conmovedores, encantadores y amenos que he visto últimamente.